GREGORIO OJER
MEMORIAL DEL AMOR
Antes de amarte
Antes de fotografiar cada uno
De tus latidos
Antes de que la posibilidad
Se vuelva rutina
Antes de que tu cuerpo anónimo
Se extinga en mi nombre
Antes de que un después
Borre la huella de tu ausencia
Antes de todo y de ti
Soy mundo
Vida
Instante
De tu mismo mundo
De tu misma vida
De tu mismo instante
CANCIÓN DE LUNA
Relampaguea el espacio
En tu otro espacio
Que nos habla del mundo
De su vana ilusión
Vuelve preciso, impertérrito
Marcado por la lluvia
Y por el fuego de la espesura
Y consume su tiempo
Tejido entre mis manos.
Cuando se multipliquen los recuerdos
Te diré: regresa de la niebla
Eterna de mis labios
Rompe el secreto
De mi desnudo
Aletea en el perfil
De mi destrucción
AVENTURA UTERINA
Y volviste distante
Supimos por tu mano
Que la sombra se alargó
En tu cabello
Que la luna abandonó
A la noche
Que la nueva noticia
Borró las marcas
De tu vientre
Pero amaneciste en la flor
Y en la escarcha
Cabeceando a nuestro lado
Como un beso sucesivo
Cerca de nadie
Lo supimos
AZUL
Azul
Almendras en la mar
Perdí tus besos
En el eco de las conchas
Y nací entre Sirenas
Horizontes y espuma.
Cuando la distancia de la vida
Llegue a estrenar nombre
Abrazos, mareas que recorren
Tus brazos...
Recurriré todas nuestras noches
Ya no sé si descalzo o desnudo
Caminaré entre arenas
Y espejismos de mares
HUECOS
A ti que no pediste
Perdón
Y multiplicaste los excesos
A ti
A tu cifra erótica
Más allá de la rodilla
Donde la perplejidad
No cuenta
A ti
A ciegas, atrapado
Y plural
Escondido tras el alambre
De tus preguntas
A ti
Silencioso, tránsfugo
De tus pensamientos
Apátrida de tus errores
A ti
Que no existes
Que no eres nada
A ti
Después de todo
Hueco de mi amapola
Abismo de mi cama
CORAZÓN DE TIZA
Fugaz
Manifiestamente olvidadiza
Mi derecha era tu izquierda
tu derecha mi izquierda
Mi pecho temblaba
Cada vez que tus ojos se acomodaban
Entre mis ojos
Y el amor caía
Cosiendo tu boca
A mi cuello
Despejando mi espalda
De temblores y acertijos.
Y así instantes
Eternos
De ventanas cerradas
Y pequeñas luces
Alumbrando tu desnudo
Entre mis dientes
Y mi locura.
A ORILLAS DEL ARGA
Y te alimenté
De derrotas
Y triunfos
Entre gnomos
Y hadas
Cosía claveles
A tus dedos
Entre pétalos
Te lavaba tu tristeza
Y gemías de azahar
Como una niña
Entre palmeras y sábanas
Desprendidas del cielo
Y la mar
MUROS
Fue tras la retirada
Tras la sospecha
De los silencios
Que atravesaron
La cuerda que ciñó
Mi cuello a tu higuera
Cuando todo emergió
De un grano de arena
DECLARACIÓN
Soy nadie
Nada
Condena
Ausencia
Vacío crecido
Tras el abandono
De tu dedo
ACIAGA HUIDA
Este frío
Incrustado en el tiempo
Ventila el cuerpo muerto
De tu hora
Efímero
Mero contratiempo
Que detiene el fluir
De tus pliegues
En el inmenso
Abrazo
De la noche
PAMPLONA
Tus labios secos
Tus ojos tornados
Hacia la nada
Tu cuerpo
Confundido
Entre las sábanas
Y tus recuerdos
Dispersos sobre
La urna de cristal
Opaca memoria
Que te llevaste
En tu arrastre
AMOR
Ven, imposible,
Voltéame sobre
El légamo
De tu mirada
Extinción derramada
Sobre el fondo
De tu fábula
OLVIDO CON MEMORIA
Las palabras que nunca
Se podrán escribir
Y los pensamientos
Que nunca tendrán voz
En el sonido
Convexo de tus abrazos
Retorna el lenguaje
De la charca
Entre el deseo
Y las primeras lluvias
De la primavera
LA FLORESTA DEL DESEO
Quiero mejorar el rumbo
De mis vidas
Que amanezca cuando
Abras tus ojos
Que se precipite la luna
En tus nombres
Y así como un niño
Escondido debajo de la cama
Contar las estrellas de tu cuerpo
Tararear uno a uno tus senos
Y que el aroma de tus manos
Cosa mis dedos
A cualquier beso robado
Y gemir en tu mar
Y rayar con mis labios
Tu horizonte de alondras y madreselvas.
ENAMORAMIENTO
Supe que estaba trastornado
Porque mis dedos se encendieron
En tu distancia
Porque destejí tu vestido
Con mi aliento
Porque esa noche
Se ahogo la luna
En tu almohada
SONAMBULISMO
Perdí mi nombre
En el primer sueño
Luego vino pesadilla
Y me puso un yo que desconocía
Me levanté y borré la memoria
Que retenían mis labios sin boca
Supe que era nadie
Cuando observé en el espejo
Un enorme hueco.
Fui soltando lastre
Hasta que mi naufragio
Se convirtió en espuma.
Por entonces ya había olvidado
Tu nombre
ALADINO
A la luz de la vela
Tus párpados
Perforan
El silencio
Y regresa
El fabricador
De lámparas
Sin genio
Con tu corazón
Clavado en mi corona de espinas
PUDE SER TU
Puedo ser diligente
Como otro mamífero
Dispuesto a envejecer
En tu ancianidad
Cambiar las maneras
De llamarte
O permanecer nómada
En tu boca y tu nada
Abrazarte en un rugido
Falible, tal vez afónico
Y tantear sobre tu trayecto
Mis extinguidos bálsamos
Incluso dormir desmemoriado
Pero ¿Comprendes mis miles de muertes y mi
única resurrección?
Amor, nunca pronuncié tu nombre
Nombraba tus ojos, tu pelo
Tu nariz, tus tobillos
Tus paisajes, tus sueños
Tus viajes, tus senos
Hasta que tu respiración
Se fue haciendo mía
Yo dije.....
Y tu pronunciaste mi nombre.
PASEO A ORILLAS DEL TAJO
Sobrevino una hoja seca
Y del crujido
Surgieron infinitos mundos
Que rodearon a la muerte
Para entregarla
A la tierra:
Azul arbitrario
Y distraída frescura
De lo posible.
PROMESAS
Se acerca y estalla
En lejanías
Recóndito desgarro
Que obstinado se precipita
En la extremidad
Jirón delicado
Saqueador de intemperies
Cuando el frío anega
La mirada
Y tasa la porción del cuerpo
Arrebatado al sinsentido
Y a la promesa.
DESPRENDIDA
Y te marchaste de nuevo
Forzando
La sutura del tiempo
Y la siega
Del espacio.
Recordar para volver a olvidar
Abrir una página en blanco
Y agotar la costumbre
De lo corrosible
Y la destrucción
VOLVERÁS
Sobre el cristal
Ceñido a la hoja
Hay una distancia
Que reniega del deseo
Vacío crepuscular
De espacios agotados
Siempre acechando
Al manantial primigenio
Existen estaciones veladas
Detrás de las cenizas del árbol
Modificando tu presencia
En el desierto
Que toca la rama
Y serpentea la gota de agua
No hay paisajes
Que vuelvan vencidos
Ni tampoco horas
Que trencen pausadamente
La escarcha a tu cuello
No hay voz
Que venza al olvido
Sobre el cristal ceñido
A tu vida
Y es el cansancio
Quien entre la hojarasca
Busca la contingencia
De sus huellas
Y es el hastío
Revelado e íntimo
Quien sucumbe
Al claro del bosque
MOMENTOS CUÁNTICOS
Nunca podré corregir
El pincel de tu locura
Hilando los colores
A tu existencia
Recompondré los instantes
Diez mil veces
Sobre la materia
En descomposición
Reorganizaré los millones de soles
Alrededor de tu manía gravitatoria
Para otra vez hilar
Los instantes a un color
OTRAS VOCES
En la cima
Las nubes verticales
Destierran la lluvia
¿qué serán de los hoscos
enjambres de nuestras bocas?
¿Y del susurro del hielo
En el oscuro témpano
De la desdicha?
¿Y del Alga circundando
Los espacios desterrados
De nuestros corazones?
¿Y de sangre esparcida
En las colmenas
De la memoria?.
Gime ahora
Palabra cuarteada
En el blanco papel
De la no hablada
POEMA Y TU
1
El remolino que irradia
El fango poema
Lodo vivido y pernoctado
En el acero de tus venas
Sudor y camino
Máscara cristalina
De lo irrefutable:
El nombre que ficciona
Junto al glacial
Verbo
Y tu aliento
2.
En la humedad de tus ojos
Decapité un poema
Para cosechar silencio
Sobre el aliento
De tu sexo
Multiplicado
PERDIDAS
En la fuente del despliegue
Surcado nomadismo
De sendas arrojadas
A las cenizas del color
En la superficie
De tu palabra
¿quién regresa invicto
de los pliegues de tu silencio?
¿Las huellas que utilizaron
nuestros nombres?
PEQUEÑOS ATAVISMOS
Con los pies colgados
Sobre la pared blanca
Unas chinchetas presionan
Mis ojos, boca, orejas
Hasta un trozo de piel
De hace trescientos años
Observo que soy parte
De la geografía de la habitación
Busco mi cráneo
Entre los objetos
Extendidos en el suelo
Y sobre una mesa de cerezo
El brillo de unas brasas
Se hacen sitio
En el hueco de lo que fueran
Las cuencas de mis ojos
Todas las noches
Más allá de las estanterías
Configuro mi cuerpo
Entre libros de magia, metafísica
Psicología, astronomía, arquitectura.....
Cada parte realiza la función
De mis órganos
Me imagino situado
Entre la página mil quinientos
Cincuenta y mil quinientos cincuenta y uno
Describe la caída de mi personalidad
En los caprichos del arquitecto del edificio
Y experimento por primera vez
La angustia en la angostura
De una arquitectura imposible.
Casi he prescindido del habla
Me debato entre dejarme
Desprender poco a poco
De la desconchada pared
O el salto al vacío
Que leí en unos versos
De Rimbaud
El poeta de la página dos mil seiscientos
Treinta y cuatro.
Más allá de él se encuentra
Otro estante vacío
Y el sobre certificado
Por un matasellos
Donde sobresale el perfil de tu rostro.
VACÍOS
El tacto próximo
De volver
De la emancipación
De tu cuerpo
preguntar a los pájaros
Si el aire que surcan tus alas
Proviene del espanto
pisar el burdel de la vida
Derramada en la comisura
De tu ternura
Y pensar:
Imagino el gesto de la imagen
Pernoctando en la orfandad
De mi aventura
Amar la inmensa navegación
En un paisaje en retirada
Grabar a fuego
El naufragio del anhelo
De volverte a pensar
En otro tiempo
Sin mundo
Tú y yo
Solos
IMBRICACIONES
Y fue el espacio
El que señaló al paisaje
Y se enroscó en tu tiempo
Figura de paja
Rellena de huecos
Vacío de espiga
Que enseñorea su decapitación
En un horizonte paralizado
Y violento.
Camino por el perímetro
De la vida
Señalando las burbujas
De los peces muertos
Y el sol roto
Meciéndose en las aguas
De tu último atardecer.
OTRO LUGAR
Hay otro lugar
Donde las cosas
Se adosan a la piel
Y configuran un perfil
Abisal
Que recorre los rincones
De la vida
Hay un lugar
Donde hay otros lugares
Que generan espacios
En movimiento
Donde la muerte perpetua
Es una toma de posición
Como otra cualquiera.
Hay otros lugares
En un lugar
Sin realidad
En un continuo despertar
Que aletea en el capricho
De tu respiración
LA PUNTA DEL DEDO
Palabra tras palabra
Cabalgo por la espalda
Del origen.
Regreso a la nada
Que mi madre floreció
Y de esa nada crecieron
Mis dedos que apresan
Día a día la vida que huye
De la vida
A la totalidad de tu cuerpo
Que se adueña del tiempo
Para volverlo a señalar
En tu vientre
Y así el eterno retorno
Del útero
El poder del amor y el placer
Sobre los monótonos paraísos
Del dolor y la esperanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario