sábado, 27 de noviembre de 2021

Las calles son silencio.

Una puerta abierta.

Un zapato olvidado 

después de una carrera.

Las ventanas abiertas para que entre el vacío.

El silencio  de los pájaros.

La casualidad de la lluvia golpeando nubes que

eres incapaz de ver.

Esa levedad del cuerpo cuando nada  anuncia. 

Y esa mirada de niño que está por descubrir

 porque dejaste tu cuerpo  entre las hojas de

 aquel otoño.

Ese leve límite  que es piel

Y araña el vacío que dejas.

Impasible, solitaria

Avanzas hacia la demora

que es frontera de los nombres.

Cuando miras y no tienes ojos

Yo consumo la mirada.

Recojo los desperdicios...

Y los hilos de la miseria.

Tal vez mis pasos sean la huella 

De lo que no tuve.