viernes, 31 de diciembre de 2010

CRÁNEO CRISTAL







CRÁNEO CRISTAL (2005)
GREGORIO OJER BUENO



“todo el mundo se masturba en las bibliotecas, para eso están..”. Philip Roth. El teatro de Sabbath



“Recuerda: cuando Le Bon Dieu te diga ¡Déjale!, haz el favor, por El como por mí, de no atender a mis penosos noes y vete echando leches”. Auden.


“ yo nací (perdonadme)/ en la edad de la pérgola y el tenis”.J.G. De Biedma










Tomando forma


Paseo por la calle
Cada una de las piezas
De este ajedrez se diseminan
Por otro tablero de barras de bar
Y continuas anécdotas
Vuelvo exactamente al comienzo
De mi primera partida
Repetida una y mil veces
Dentro de las callejuelas
Y antros de cristales cansados
A la pérdida y a otros esporádicos
Encuentros.
La luna es tutora de mis ademanes
Como el mortal flujo de la vida
Es la irrefutable definición
De un modo imperfecto de saber estar
No es la baldosa mugrienta
El ojo que el pie no ve
Tampoco el espanto de una solución
Surgida del ritual de un código
Que nadie conoce
Se serena la lengua áspera
Cuando ya el teatro de monosílabos
Ejerce la complacencia.
Yerro en la apreciación
De otro cuerpo que junto
Con el mío permanecen estáticos
En el fluir de la materia
La basura no ha sido recogida
Y la noche se prolonga en el cruce
De olores y este fuego que atraviesa
Tu luz manoseada















Mi propio engaño


Sé que ninguna biblioteca podrá sustituir
El placer de un cigarro en tu boca
O alguna aguja perdida en el pajar
De mi piel
Sé también que el encuentro conmigo mismo
No ha sido lo esperado
Esperaba algo más inextricable
Sé también que si dibujo dentro de otro nombre
La memoria que perdí
Salen mis órganos a reivindicar
La autoría y la organización.
De ahí mi nombre
Y la disonancia de la materia
Cuando pronuncia los límites
De mi expulsión
De ahí la umbría de aquella pregunta
Que nunca contesté dentro de otra pregunta
Enredada con la arena maleante
De tu imperturbable inmortalidad.















Plusvalía y arte



Paso dentro de la columna
Y sé que el chasquido
De la piedra es el esfuerzo
Del cantero por pronunciar
El tiempo y el esfuerzo.
De haber señalado lo humano
Hubiéramos podido separar
El crimen de la explotación






















Carta


Querido disfraz
Parece ser que el viaje
Ha sido impaciente
Como no cabía esperar
No fue el problema que señalaste
El que decidió el naufragio
La economía no pudo con la parábola
El recurrir a aquellas artimañas
Fue el motivo del extravío
Como la sal en la comida
Como el crimen para un perfecto suicida
Pero es así camino de camino
Y huella de polvo y viaje
Y sólo huella



















Desesperado


Un vaso y otro vaso
Cerveza, güisqui, ginebra
En estallido de mil soles
Y el precipicio de barras
Y soliloquios enrevesados
Dentro de otra barra sin vasos
Sin bocas sin perfiles que soslayar
En otro tiempo
Y es así donde se termina
La marcación del nombre
Aparece lo que vendrá
Lo que nunca ni nadie fue capaz de pensar
Y es la vida el ritual del trabajo, lo imprescindible
El venidero hastío de autoridades y sueldos
Que detendremos cuando
Alguien sea capaz de no mentir
Dentro de los ángulos de mis huesos















Condescendiente


Raya el complejo
Y la frontera de
Los nombres
Y la sentencia
Del juez asesino
Que revierte
En otros limites
Donde el valor
Ya no reside en el intercambio
Sino en la inexactitud
De otra muerte
Que no nombra
Y que no sirve de anfitrión
De tu heroico momento



















Homo



Vino la metrópoli
Y fugó el quehacer
De tu boca
Así lentamente
Dentro del vino
Sin botella
Dentro del
Porvenir
Sin tiempo
Dentro de tu boca
En mi lengua
Ya residí
En tu nombre
Sin nombre
Lejos de las lámparas
Que hacían ruido
Sin líderes
Sin muertos que lamentar
En la sien
Tu lengua
Casi nombrando
Mi cerebro
Mi cráneo
Partido en tu oscuridad






Amor secreto



El agua tus ojos
El agua tu boca
El agua tus pezones
El agua tus límites
Carnales
El agua oscura
El agua la calle del sueño
El agua supuestamente sin agua
Así eres tú
















Páramos tomados



Insignificante dentro del páramo
En la isla de hierbas que no crecen
Uniendo el cuerpo en el enramado
De espejos y labios
Cumplieron las galerías osificadas
Inviernos últimos
Y primeros levantamientos de cadáveres
Abriéndose en la distancia
De no saber qué figuramos
Donde se encuentra el montacargas
De lo ilusorio y la mención
De mezquindad















Incertidumbre



La carretera se expande
Entre los adoquines
De esta ciudad muerta
El castaño ya no florece
Como la madreselva que
Trepa hacia el suelo buscando las raíces
De un encuentro que nunca tendrá lugar
Agua y lluvia soldada
A tu rostro desdibujado
Indefenso despido a esas manos
Que nacieron de la distancia
De una infancia de andamiaje
Y calles delicadas
El retrato del horizonte transcurre
Entre remordimientos
Y uñas royendo el púrpura
De tu vestido abrochado
Sé que nosotros
En lo mínimo
Comprendemos el trastorno
De amar al grito incierto
Al cráter polvoriento
De la desaparición
Taimado


No hay esperanza
Cuando el asesino
Muere entre los brazos
Señalados del albur
El ademán fue considerado
Como el pelo rayando
El próximo amanecer
De refranes de incautos requerimientos
Y es la sencillez extendida en el clinamen
De un deslumbramiento
El tanteo en el espejo
En busca de un intacto.
Quise llamarte
Pero mi voz llameó en el espejo del agua















Laberinto del fauno



Los soñadores persiguen
Al tiempo sin fisuras
Como el agua el torrente de piedras
Abstraída de la floresta
Pasea el símbolo detrás
De la hojarasca.
Un escorzo de la vida que vendrá
En cajas de madera
Maquilladas por la sangre
Y el laberinto que no supieron
Descifrar la maraña de formas
incrustadas sin contraseñas
















Memorando


Y es el cristal roto
Dentro del espejo
La imagen cercenada
De un porvenir
La silueta de nada
Sobre un vaso hueco
Tú y yo
Acaparando el tiempo
Ya sido
Volveré a deletrear
Aquellos espacios vacíos
Cuando acudían a grabar nuestros
Nombres en el infinito de un instante














Mezcla



No hay alcoba que cocer
No hay larvas que tragar
En la espina del rosal
Tampoco nombres que pinzar
En el hueco del árbol muerto
Dentro de la corteza el tiempo
Entró como el mar en una playa desierta
Cotejó de memoria los pormenores
De la insostenibilidad de un cuerpo
Sin piel dentro de un pez ahogado
Fue la losa de la columna
El fondo marino fuera de sus ojos
De porcelana veneciana
O el lago de una noche sin promesas














Tributo de la luz



Confía una boca sin cuerpo
Y un cuerpo sin nombre
Confia el vapor de una habitación
Sin cuerpos sin lenguas
Dentro de un asado nativo
De la zona media
Vino infinito
Paladar de cielo de agosto
Y una luna disfrazada
De rodaja de melón


















Catálogos



La fragilidad siempre
Descarnada
El corazón dentro del diente
Y la esquina de tu pecho
En la coronaria esmerilada
Por el termómetro
De la vida
La tarde brinda
En la distancia
De mariposas
Y torbellinos de nubes de oxido
La correspondencia del primer aliento
Colectivo
Es difícil predecir las plataformas
Del inconsciente
Como las palabras que explicaron
La insinuación de tu condena







Puntual



Los bronquios matemáticos
El buzón vacío
De cábalas dolientes
Y entre ellas boquiabierto
El oído de tu remite
Cuando empezaba a clarear
La puesta del sol
Entre los eucaliptos
Abrasados por el primer incendio
De la temporada












Inclinación



Hasta ahora
No hay nada definitivo
Ni la mentira
De este preludio
Que parece no terminar nunca
Ni la respiración jocosa
Dentro del diálogo
Ni el entreacto
Del tiempo
Destino al disimulo
Y al ademán fácil.
Es doloroso acabar
Siempre dentro de la muerte
No sobrevivirla
Es virtud de astutos
Porque el síntoma
Glosaría cualquier nota
Necrológica y tal vez
Adquiriría moraleja
La traición petulante





Incisivos



Detesta el documento
Que exige existencia
Incluso apellidos
Como también el secreto
Organizativo
Puntual en su dogma
E indemostrable en su quehacer
Cotidiano
Es así cuando lo humano
Vive desterrado de su ser


















Cráneo cristal



Avanzo entre huecos y escombros
El vértice de la cúpula
Dibuja el quebradizo espanto
Del cristal
Aguardo el reflejo de la luz
Dentro de mi cráneo
Desplazo las órbitas oculares
Hasta el paladar
Y prefiguro el vacío de la lengua
Fui de la estirpe del asedio constante
Del tránsito derramado entre dedos
Amputados
Llegué tarde a la palabra atribulada
Al bruñido almuerzo de mis despojos










Animal mitológico



Enhiesto el mástil
Dibuja entre el agua
Las olas de las velas
Y el arrastre de la Estigia.
Señora de altos fondos
Y proximidades acorazadas
De tanto disfraz inútil
E indisciplinado













Malos tiempos

Fue extraño
Cómo llegó el sol
De invierno.
El perfil de la corola
Desplegaba el grito
Uniforme de la luz
Entre la naturaleza desnuda.
Homenajeaba a las últimas
Hierbas que retozadas
Por la rúbrica del frío
Miraban esbeltas al paisaje cromado
Por tu voz metálica
Y así fue como ganamos
Al sosiego y a la quietud.
Fue un abordaje en toda regla
Después se evaporó el sol, los años
Y el registro de aquellas andanzas











Cierra los ojos



Fue el ejemplo de la franqueza
Y el anzuelo
En el que caíste
Utilicé los huesos de la inmortalidad
Para llegar a tus entrañas
No hubo huellas
Tampoco heridos
Sólo el testimonio de la lentitud
Y el golpe sigiloso de la herida
En el dolor









Corre, corre




Vértigo solidario
Constancia de la mirada
La imagen minada
A golpe de espadas
Parricidio de clavos
Y oficiales solemnes
En el plomo y el silencio

















¿Hablamos?





Luz roja detrás
Del portal privilegiado
Pura defensa al ras del suelo
Y una esperanza dentro de
Una lata de cerveza
Espuma de altura
Idéntica a tu boca sin cara
Fue la misma piedra que libró
Las guerras del anonimato
Y un vino que apaciguaba
El encanto de la belleza propicia
Disfraz de bolsillos vacíos
Y huéspedes demorados














Tenía límites


Sentir la confrontación
Absurda de ideas
Y paraguas de lluvia
Colocación en el centro
Del círculo
El mito del escalofrío
Y el calor de la noche
Dentro del gótico
De tu pórtico furtivo
Ocurrió unas cuantas veces
El insomnio recorría
Retrospectivamente nuestra estancia
Y la expectación de dos cuerpos desnudos
Anudó el tiempo
En nuestras gargantas
Quizá el sacrificio fuera necesario
Pero no estábamos para heroicidades













Perdigón





Clavado en la noche
De un plato de costillas
De cerdo
Y un vino recio de la tierra zamorana
Escuchábamos de una patada rompo el sol
Y aquí seguramente el desplazado
Fue el sobre que tenía dentro
De una camisa de grava e instante gratificado
Subimos las escaleras hacia la sombrilla
Del sol. Fotografías, barro diminuto
Y el rostro de un deslumbrado
Dentro de mis pantalones











Largo




Beber, beber y construir
La consideración del acierto
No depende de un titulado
El tiempo es de cada uno
Y los placeres de todos
Vivir. Qué importa!
La acción siempre tiene que estar dirigida
Hacia el argumento expectorante del muerto.
Beber
Beber
Y un calor de tragedia
En la punta de la lengua
Un puente propicio hacia la otra parte



















Furtivo


Cuántos sacrificios
Para dejar de ser un acierto
Dentro un ajado ventanal
De flores de plástico
Y aciertos carnales
Os hablaría del fin
O de la última vacilación
De un suicidio premeditado
Pero padezco de insomnio
Y me gusta vivir
Fue una crisis dulce
Sin más
No hubo salpicaduras
Ni dioses paseando por la alcoba
Del rumor














Un fantasma....





Al comunismo le
Falta hedonismo
Y una escalinata
De cristal que le prepare
Al duro invierno del capitalismo
No soy de esta vida
Tampoco de la otra
Fui el viejo topo
Soy el viejo....


















Retráctil

Una vieja delicia
Dentro de la juventud
Cuando fumaba mis cigarros
Junto al te de la tarde
Ya no era tiempo de Neronadas
Donde cada uno podía figurar
Lo que no fue
Pero así ocurrió diferentes
Veces en la acción del pensamiento
Vacile en la historia de los meses
Consagrados al cuento
De la mentira y el parricidio
Y supuse que la calidad estaba reñida
Con la verdad
Que la piedra nunca fue amiga de la lápida


















Conspicuo




Ahora que pienso
Que soy capaz de mirar al espejo
Y no sonrojarme de lo que veo
Subrayo el documento extraño
De este viento sin tiempo
Subrayo la rama que ejerce
De espacio
Y observo el estiaje de aquel riachuelo
Que inundaba tus ojos de flor de loto.
Despido la luz del polen
Que dibuja el relente equilibrista
En tu mano de roja amapola
Que incierta camina entre el humo verde.
Fue apodado el triste
Entre lomas románicas
Y perfiles de llamas
Fue hálito de esta imagen suspendida
Entre el sueño y el mundo dormido










Malas hierbas



El tiempo que regresa
Al lugar del crimen
Padece de hastío
Y de señales mal apagadas
Impregnado de aceite lunar
Conmemoré la indefinición
El brazo a torcer
Y el endurecimiento de la resaca
Un entretenimiento que seguí
Desde mi juventud sin arreglos
Con un cierto tono de tortura
Pero no cejando en el calor
De las manos y los ataques de espasmo










Hacia ti

Cuando la imagen
Está dentro de la imagen
Y nadie retira
Los escombros de la disputa
El mensajero pierde el original
Y pregunta en el fragor de la batalla
Dónde está la copia
Y la suerte de la confusión



















Insurgentes



No sabía decidir sobre la marcha
Tampoco era capaz de abrir
Una bolsa sin hacer ruido
Sólo enseñaba de vez en cuando
Unas mustias ojeras
Venidas de insomnios librescos
Y pocas masturbaciones
Recordé a Roth no sé porqué
Cuando el camino que dirige
Sus trazos giró sobre si mismo
Y adiviné una ligera brisa
El destello del derrumbe
Permaneció tanto tiempo
Como aquel gesto
Que petrificado delante
De un libro de Montaigne
Se apresuro a diluirse
En su brillante inanidad











Dos cuerpos


El rictus se vanaglorió
Después vino el silencio
El despertar de la ruina
Dentro de tus huesos
Imitación de la escritura
Sobre un papel transparente
Y tu piel tersa en mi boca
Como el agua de lluvia
En un libro acartonado
No hay principio
Pero sí final del imperio
De imágenes conmemorativas
De otro espejo entre tus piernas
















Submundo


La llama es llama
Fuego, candor, acierto
O palabra sobrada
La nueva religión
Se encontrará con la paloma
De acero



















Multitud

Hay una imagen que se superpone
El grito caliginoso en los ojos
De la lentitud
Pasa la melodía repetitiva
De un espejo estallando
En fragmentos desérticos
Doy un puntapié a la lata
De turno de cerveza
Adecuo la realidad inexistente a la que
No soy capaz de crear
Y surge una distorsión de la multitud
En un pantalla de espasmódicos
Movimientos innombrables
Cuando la perspectiva se multiplica
La masa se vuelve multitud rutilante
Insinuante de un mundo que vendrá
Y no podrá ser escrito ni pensado











Extendido

Blanco sobre rojo
La colasa dentro de la estafeta
Y un vampiro guapísimo
Comiéndome la oreja con
Las últimas confrontaciones
Entre la física cuántica
Y la relatividad aparente de las cosas
La fiesta seguía dentro y fuera de mi cuerpo
Y cada vez que alzaba el vaso de güisqui
El tío pesado de la barra sin bar
Seguía empecinado en demostrar
Que había una posibilidad física
De adecuar los san Fermines
A la física cuántica
Me dispuse a tomar la iniciativa
Y hablarle un poco de la física absoluta
De un tal Pamplonica que muriendo ahorcado
Exclamo: viva la madre que te parió
Dentro de este mundo de gilipollas.




En recuerdo de Bataille



Siempre duermevela
Un proscrito dentro de la necesidad
De aclarar la intemperie del ser humane
Fuera de la nómada madre tierra sempiterna
Con un final trágico porque acabará engulléndonos
El Ra-sol con toda su promiscuidad dentro de su ano.

















No hay


Vuelvo a convencerme
Que el día promete un naufragio
Que el honor de perder
Animando dentro de un escrito póstumo
Es que la ráfaga de la muerte resplandezca
Alrededor de la hinchazón material
Y es esquivo por así decirlo
El momento cuando todo palidece
y nadie se aproxima al tesón de la realidad
Para comprobar si el contigo es posible
O una acuerdo entre lo incandescente
Y la luz.
Lejos muy lejos
La voz manifiesta siempre
La levedad de lo humano










Significar


Para qué terminar este relato
Poético si el tiempo ha pasado
Y nadie ha preguntado en el interior
De la pregunta por qué hay preguntas
Para qué subrayar aquello
Que nunca podrá ser escrito
Si la palabra es ella y yo cazo manantiales
Para qué gritar lo que no somos
Si fuimos equilibristas del silencio
Para qué materializar un pensamiento
En una línea de un verso cualquiera
Cuando el verso está para otras cuestiones
Más heterodoxas
Para qué nombrar
El libro que vendrá
Cuando nadie ha sido capaz de vivirlo
De sentirlo
De destruirlo
De susurrarlo
De borrarlo sin haberlo escrito




Cráneo de cristal



Es respirable desarmar
A la realidad de sus atuendos
Litúrgicos
Al fin y al cabo todo es ritual vacío
En una lengua muerta
En algunos casos se parece
A la típica boda donde nadie
Quiere ser invitado
Y sin embargo no desaprovechan
La oportunidad de la ebriedad sin Don
Esperpento intacto de gentío
Sin nombre
De opacidad transparencia
Entre millones de imágenes inservibles
Que pasaran a una posteridad degradada
Y malograda
Es posible que nadie derive hacia otra realidad
Inexistente
Pero prevalecerá el instinto de supervivencia
Y la ideología
Que el mercantilismo de las relaciones
En un futuro a la carta





Abran juego



Poder de nombrar
Veranos transeúntes
Dentro de los órganos
Sin cuerpo
Como el hastío de una puesta
De sol ahogándose sobre el límite
De nuestro horizonte
Cada vez que encendía un cigarrillo
Quemaba las repeticiones de los días
De los rostros pintados sobre la arena
Sucia de tus delicadas nalgas
Y volvía otra vez a empezar
A dibujar castillos de arena
Y mejillones radioactivos
Fue el resultado de unas vacaciones
Donde los componentes se disgregaron
Dentro de una botella inquietante de chivas
Vacía









Medio kilómetro



Permanecimos juntos
Hasta en la separación
Era lo ajeno hecho virtud desentendida
Nos instalamos en un cuerpo extraño
Cuando la intervención de otra perspectiva
Se adueño de nuestro matadero
Forjado de fluidos y significados agitados
Dejé un grafitti en la pirámide momificada
Aullando nubes de cristal
Y lunas coleccionistas de nómadas
Y soles nocturnos
















Irreverencias

Es elegante admirar
El vacío
Y la nada
Cuando la plenitud
Del día
Atosiga en borrar
Tu nombre
Encima de una encimera
De una casa hospitalaria
Promiscua, escrita
Sobre las mejores irreverencias
Que el ser humano haya inventado .
Y el termómetro marcaba
Los 35 grados farenhait




















Amistades. valladolid91


Entre aplausos acudió
A su mudanza
Se desdijo de todos los improperios
Causados por empujones y malentendidos
Fue el saludo lo que la sedujo
Y volvió a pintar las teclas
De su piano de cola
Sobre el alfeizar de su ventana
















Allá fuera




El prodigio del día terminado
Cuando la sinceridad
Es arrasada por una manada
De búfalos
Pierden las horas su admiración
Hacia el tiempo consumido
También la suerte de contar
Hasta el infinito dentro de un número
Que salta al paso de tu lengua exquisita
Fue en la playa del hombre sin rostro
El dueto de encuentros
Y pérdidas glosando a un mar hinchado
Y esquivo










Ajuste




Será lo que detesté
La afinidad a un deshonor
Apremiante
Los vicios ebúrneos
Y la ráfaga de placeres no contados
Será esta tendencia a emitir sonidos
Indignos de unas cuerdas vocales
Fundidas entre el orgullo y tu incompetencia
Será el caminar cansino
Entre adornos adormecidos
Por el ingenio de aquellos sueños muertos
Será la palidez con que respondías
En los días alternos de un invierno
Irrepetible y el frío nativo de aquellas noches
Sin testimonio, exhibidas en el resplandor de la risa















Últimas irreverencias



El cristal acontece
En el cráneo
Algunos nativos
Recogen los despojos
Del cuenco
Y apiñan los huesos
Donde nadie ha dejado
Su nombre
Tal vez la producción
De imágenes
Disipe la batalla
De la vida sobre esta risa póstuma















Violencia


Viene y es nadie
No conoce
Incluso ni a sus hijos
Lo desprecian
No como el hijo de isaac
Que conoce el horror
De un padre fundamentalista
Sobre el cual no cabía
Ningún acuerdo racional
Comenzó la historia del gran crimen
De las sombras al lado
Del lago de la imaginación creativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario