miércoles, 29 de diciembre de 2010

MARE NOSTRUM




MARE NOSTRUM
GREGORIO OJER. (1999)



CADAQUES


Bajo la línea del horizonte
Un torso desnudo golpea la brisa
Con sus ademanes y desafueros
Regresa la espuma a su cuerpo
Envolviendo el mar
Con la salitre de su deseo
Como si nada ocurriese
Contonea sus caderas viriles
Sobre el asfalto derretido
De mis pupilas.













AMPURIAS


Un mosaico de piedras y
Pequeñas esculturas se escondían
Tras las malezas de la historia
El viento y la lluvia fueron adivinando
Que su color originario le pertenecía
Y se lo llevaron consigo
Así como su nombre esparcido sobre los
Acantilados al pie del tiempo
Como si lo percibido restituyera
Una fotografía jamás realizada







PALAMOS

Nada cambia pero algo podría cambiar
En la frontera de las estaciones
Hay un momento donde se difuminan
Las cosas incluso se atreven a perder
Sus nombres arrojándose de cabeza
A la realidad misma
Nosotros los humanos recogemos los tiempos
Y en vez de perder los nombres
Nos agarramos a ellos
Perforando con ritos aquello
Que no se puede nombrar
Porque ya perdió el nombre
Precipitándose de cabeza
Al charco de la humanidad









TORREDEMBARRA


Cada vez que miro el mar
Desde ese punto de vista
Soy otro
Me agrieto en cada golpe suyo
Me barro entre su línea y la arena
Cada mirada me reconstruye
Como la espuma a la ola
Cada abandono me resitúa
En el perfil del acantilado
Justo en ese espacio
Entre el vacío
Y la piedra










ARENYS



Vino surcando las huellas
Puliendo los contornos de otras huellas
Hizo suyas esas huellas
Que no pertenecen a ningún pescador
Y siguió las mareas a distancia
Reanudando el surco emprendido
Pero esta vez mirando de reojo a ambos
Lados del mar
Ahora la huella es la encrucijada
Antes el camino invocado
Del cementerio marino











CASTELLON



Toda la noche perforado por la música
Que en marea baja se desentiende del mar
Baja el color hasta la arena
Y la noche va mojando los labios
Es luna creciente reflejada a la altura del
Silencio
Emergiendo de dos cuerpos desnudos
Que chapotean con su deseo la inmensidad
El mar se traviste de lago
Mostrando toda su dicha
Y acoge frondoso
La superstición de los cuerpos
Vuelve a salir el bosque fronterizo
De enseres y algas
Que a la deriva arañan
Los cuerpos mordisqueados
Por el reflejo de la luna
Y recogen su brillo y lo guardan en cajitas
Para que en los días de niebla
Se deslice plateada
Entre sus bocas.
Todas las noches me sumerjo
En la inmensidad
Y en la superficie reconstruyo
Esos cuerpos una y otra vez











OROPESA




Como nada en nada
Como desalando el mar
A bocanadas
Como retirando las olas
De la orilla y apartando
La arena hasta el límite
De la tierra
Como arrancando al sol
La luz de su corola
Como te arranco a ti
La boca de tu boca
Como pinto la luna de blanco
Como te pinto tus labios
De amapola
Como dibujo el azul del cielo
En tus ojos vacíos
Como sumerjo el mar hueco
Como tu cuerpo en tu cuerpo
Como todo en todo
Como nada en nada
Como me borro a la vez
Que mi nombre se borra
De tus manos
Como te nombro
Cada vez que desalo el mar
Que retiro las olas
Y aparto la arena
Hasta tu boca
Hasta tu cuerpo
Hasta tu muerte
Hasta tu nada





PEÑISCOLA




Regreso al cuadro del frío
Y del mendigo
Al entramado de pinceladas sin sentido
Que ahogan la pared blanda de la boca
Voy recogiendo los símbolos del amor
Y los oriento al precipicio
Y los convierto en señalas oxidadas
De otro mundo coronado
Por la ruina y la maleza
Al otro lado del cuadro
Congelo la mirada geométrica
Y el espacio que fui abriendo
En mi huida
En otro tiempo:
Aquí no hay señales
Salvo el eco de la desorientación









TARRAGONA (EL BALCON DEL MEDITERRÁNEO)



Ahora que vivo
Renunciaré a la muerte
A través de las palabras
Las coseré a un mástil
Y esperare como se pudren
Los colores de la división acorazada
De la sinrazón y la razón









SINERA



Y viene el pez a quemar la tierra
En la nave que flota a la deriva
El hombre demiurgo de la sal
Y el mar extensión de sus desdenes
Consideramos al oleaje que rompe
Las palabras cubiertas de algas
Consideramos al viento que rasga
Las telas que cosieron las parcas
En su último viaje
(También el abandono de la proa
en la dirección equivocada
rehace la disputa del fin)
Reanudamos el paisaje
Enroscados al mensaje náufrago
En la región infinita del nombre.






PALAFRUGELL



Lo que sé es un desbordamiento
De la realidad sobre la realidad
Un calidoscopio
Que hace hablar
A las ilusiones
Que son otro desbordamiento
Sobre todos desbordamientos
Entretanto vendrá el diluvio
De la chatarra y lo peor de todo
Los chatarreros del dogma








TORRREDEMBARRA II

Cae el agua sobre el agua inmensa
Hasta la inmensidad se escapa
De esta tarde de verano
El calor apresa a las burbujas
Y el mar se duele del sol
Quemando en la superficie
Un poco de incienso
Se fugan las horas del reloj
Y los días del calendario
Vuelve la lluvia inmensa
A la inmensidad de la repetición
Vuelve el agua sobre el agua inmensa
Y el hombre a sus pequeñas diferencias








GIRONA


Habitar en madera
Es que te hablen los árboles decapitados
Es andar entre patíbulos
Entre juicios metálicos
A golpe de sierra y hachas
Es dejar que las sillas chirríen
Como raíces quemadas
De bosques fronterizos
Que la línea de la mesa
Converja con la rama del roble
Centenario y se prolongue
En tu tazón rebosante de savia
Y lluvia milenaria
Es que la hojarasca
Pase al rellano de la civilización
Y que los postigos , sábanas
Ventanas hiervan como
Hierven los frutos al alba
Habitar en madera
Es convertir los claros del bosque
En cementerios urbanos
Y añadir a nuestras vidas
Más bosques fronterizos





PORT BOU


Como el principio el final
Cuestiona la salida
Enfoca fugaz sus posibilidades
Y como un perro alardea de su caza
Él se prepara para el encuentro
Con el hombre
No ha dejado rastro
Es difunto de sombra
Y reniega de su quebranto
Al final el hombre comienza a perfilar
El principio entre campos de trigo
Emergiendo plateada la espiga
Como queriendo perforar
El espacio que envuelve su destino
Traza la línea que separa
El principio del final








ALTAFULLA (UNA TARDE EN EL CIRCO)


Rugen las fieras de 16 válvulas
Hepáticas y coronarias
Y van regando con sus babas
De carmín y cremas antiarrugas
Los parachoques de sus estribaciones
Comenzaba el sol a maldecir el calor
Su reflejo en el mar se teñía
Entre balsas de aceite
Y sus rayos morían en las pulidas
Carnes de los tersos torsos estivales
Rugían las fieras en el límite
Del trapecista
Hundiendo sus garras en el manto
Azulado de este mar nuestro
Fue un día en el circo
Al otro lado del rompeolas







MARE NOSTRUM


En el ejercicio del cielo y agua
En la línea infinita de tus ojos
Parpadea el horizonte marino
Fiel mirada de la tierra
Que engendra por las noches
La brisa que a hurtadillas
Se adentra en los confines del deseo
Cierra los ojos salitrosos
Que sobre el fondo guarda
Los secretos de invenciones y misterios
El hombre a penas tiene tiempo
De limpiarte la cara
Y te raya surcándote con maquinas de guerra
Tus mejillas apocadas
Y te roba con redes y aparejos
Las despensas de tu dicha.







MAR MEDITERRÁNEO


Yaces muerto en la distancia
Espejo de la tierra arrasada
Prisionero de la geografía humana

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