viernes, 31 de diciembre de 2010










SUEÑOS DE FUEGO Y CENIZA (1990)
GREGORIO OJER BUENO





“… entonces se puede muy bien aventurar que el hombre desaparecería como a la orilla del mar un rostro trazado en la arena”. M. Foucault. La palabras y las cosas.







¿Qué día es hoy?
Hoy es todos los días. J. Prevert.









NAUFRAGIOS


Regresa a la vida
Lo que tu despreciaste
Ceniza devenida fuego
Fuego invierno
Rebozado en lo seco del río
Mañana es ayer
Y lo que tú amabas
Se perdió para siempre
Entre las olas que no regresaron




































AJUSTE DE CUENTAS. A mi abuelo Silviano-


Sólo un gesto
Como si leyésemos
El último testamento
De tu pensamiento
Recorro las calles sin habitaciones
Portando el féretro
Sobre los hombros y el viento
Quise escuchar
Tu respiración
Entre el azote del roble
Y nos separaba un promontorio
Que entregado a su faceta
No quiso saber nada de atardeceres
Ni de conversaciones
Recogí la bicicleta
Y casi por una ilusión
Supe que estabas allí
En la Ribera del Arga
Convenciendo al crepúsculo
Y aceptando el rumor
Del olvido
Basta el abandono
Y las promesas que no se cumplieron
Dejo volar el asombro
Cuando otro verano
No llega a tus ojos
Ni el fresco del caminante
Al arrojo de tus labios
Todavía soy incapaz
De retar a la belleza
Ni siquiera aproximarme
A la sabiduría
Aunque cada vez más aprecio
Las heridas cercanas
Para coser con ellas
Las futuras
Y así casi dos lustros
Yendo y viniendo
En la improvisación
De la sobrevivencia
Cultivando la memoria
Que se me cae a trozos
En cada uno de los interrogatorios
Que hago al hombre y al mundo.
De ciudad en ciudad
Con la fascinación
De quien vuelve a nacer
Todos los días
Para siempre contigo
Abuelo
De las mil caras
En silencio
Como te he sentido durante estos años
Y próximo por tu muerte
Maldita
Y tu vida de labriego





































TEMPLOS DE CONCENTRACIÓN


Luna llena
En un mar de nubes
La quietud del mar
Perfecta
Atraviesa el cielo
Hasta la tela de araña
Que atrapa a venus
Tantos años
Dibujando celeste
Que la cúpula abandonó
Su nombre por celos
Tanto tiempo
Circundando la realidad
Que ya no recuerdo
Pintar sueños de fuego
De ceniza
Se hunde la civilización
En el óxido del horror
Vaga sobre su cadáver y
Ya la luna no vela
Trae vientos y polvo
Y templos de concentración
Profundamente
Desvanecidos en su crueldad
Como el asma de Lezama Lima
En su cuba extasiada
Sin opio, ni espuma
Ni salitre, ni ciudades
Sumergidas, ni talantes
Que nos acompañen
En nuestros día cotidianos
Simples, absurdos
Tal vez j.m.alvarez tuviera razón
Cuando afirmó que nos han asesinado
Y no nos hemos enterado
Estamos muertos
Y no sabemos que estamos muertos








Así borges, celine, juan, jorge, miguel
Murieron antes de nacer
Como pasto de cerezas
Para cuervos como higos podridos
Para cuervos como vísceras marcadas
Para cuervos...









































REGRESO




Vuelve al sitio de donde partió
Desvencijado y tuerto
Le falta el dedo índice
De tanto señalar el horizonte
Y los pies no le responden
Porque lleva clavados
Los caminos
Vuelve porque cayó
En la última encrucijada
Y supo vislumbrar el fin
Del sendero.






























LA VUELTA A MI MUNDO
EN UN INSTANTE





Parecía como si el acantilado
Se tirase dentro de mí
Un promontorio de máscaras
Surgidas de la espuma
De otro mar
Donde los barcos pirata
Trazan fronteras con
La línea del horizonte
Nadie se sumerge
En las aguas tranquilas
De tu vaso vacío
No cruzaste la frontera
Y sigues siendo un proscrito.































SOLIS




El sol del verano
Circundando el akelarre
Primer día del calendario
La luna prosigue su senda
Circunloquio de una voz
Extinguida
Vinieron las cruces y
Destituyeron al monolito
Al falo enriquecido
Con finas hierbas y
Leche de toro
Vinieron los crucificados
Y sembraron de sangre
Hogueras , esperanzas y muerte
Los espacios numinosos





























EL LOCO (A Jorge y a su abrazo)

Keats mordiendo una rosa
Leopardi volando sobre una amapola
Byron estático aceptando el destino
En la tierra de Empedocles
Triste Montaigne que regresa
Intrépido al pais de las maravillas
No hay límite: Sade ha muerto
Y los senderos ya no se bifurcan
Sólo nos señalan los vacíos
Que conducen a un libro
Jamás pintado.


































CONSPIRACIÓN


Ten seguro
Que nada es gratuito
Que la leña
Que arde en el fuego
Dio sombra
A otro espacio
Es tu frío
El que alimenta
La transformación
Como es tu pequeña muerte
La que alimenta tu vida
En otro tiempo
Las horas apuntan
A lo que no viviste
Y todo es asombro
Y todo está anudado
A tu sola respiración.





























EXTASIS PAGANOS


Es decir que no existes
O que nunca te conocí
Lanzo el reloj al río
Y amontono las horas
Que pudieron salvarse
Del naufragio
Las manecillas son clavos
Que atraviesan mi sueño
Y mi costado
Un éxtasis pagano
De tiempo y carne
De brebajes fastuosos
Recorriendo uno a uno
Mis amaneceres
Y tu rostro
Cuando todo se derrumba
Un rumor de cristales
Acechan al pensamiento
Y a tu nombre
Y existe el silencio
También tu gemido
Y tu abrazo.


























ANALOGÍAS




Titubear en la arena
Dibujar una mirada
En la espuma que imagina la ola
Apenas escucho lo semejante
Y ya la humedad
Tritura mi sombra
Y se apelotona en este intervalo
De ecos y maleficios
Si intentara sumergirme
Nada hallaría
Tal vez una escucha
O un gesto difuso
Sobre la superficie de lo invisible.





























HOSPITALIDAD



Esta es mi casa
Hay ventanas que hacen de puertas
Puertas que hacen de alfombras
Suelos que hacen de tejados
Y tejados que hacen de aceras
Y jirones de madreselvas y tilos
Limitando el fluir del cemento
Y ladrillos sonoros
Y piedras que rompen el sueño
De los cristales
Esta es mi casa
Posible que penetra en la tierra
Casi incorporada a la nube
Imposible
Que se alza y estalla
Como una tormenta
A la vera de un castillo fantasma
En lo más profundo de la peña.

























“Ello me piensa luego yo no soy” J. Talens






FUEGO ERGO SUM


Las cosas son como son
Desde la contemplación
Se convierten en sujeto
Desde el pensamiento
Son desorden que hay que desplegar
Devienen plenitud o vacío
Sobre la pálida ilusión
De llevar uniforme
En un deforme descubrimiento
Mas así son: sangrantes
Desterradas, abandonadas
A un territorio donde ningún nombre
Ha mudado la sospecha
Donde la bruma sueña
Con acantilados y peces púrpura.























VIOLENCIAS

“Solo la violencia sirve donde la violencia impera” B. Brecht

Una aguja
Cosiendo un ojo
Sin hilo
Un papel repite la lectura
De un muerto
Una silla tiembla
En un bosque calcinado
Una raíz agoniza
En las alas de un avión
Soledad cuando culmina
La sangre
Y conduce al hombre
A un mar estéril
Soledad
Cuando nadie
Detrás del espejo
Sonríe a la vida
Soledad
Cuando resbala aciaga
Una caricia
Y se convierte
En un disparo
Soledad
Chasquido sin memoria
En el orden de la desolación:
Un árbol acaricia
Un jardín lunar
Una hoja penetra en el otoño
Y hace estallar al sol
Y al tiempo
Y la realidad amanece
Musgosa en las manos
De la violencia.











ARTIFICIOS




Uno


el rito pregunta
y no responde
cohabita con el símbolo:
significado decapitado
y recoge y hace suyos
los fantasmas
que un día habitaron
el mismo espacio
sin tiempo figurado.


































Dos



Apresuro a esconder
La máscara del artificio
Los pliegues que transcurren
Sobre la roca invisible
Esconden las estaciones
También los hombres
Que danzaron alrededor
De la primera luz.




































Tres



Fuego geométrico
Esfera salvaje
Que encierra la naturaleza
Se vuelve estéril
En el límite del pensamiento.







































Cuatro





Se desmoronó el promontorio
Y el horizonte concurrió
Con la desolación
No volvieron los gigantes
Y la memoria se hizo
Sermón
Y el olvido mandato
De un dios enloquecido.






































Cinco


prueba es la podredumbre
de las creencias
la poesía busca
la supervivencia
entre estos agónicos
fantasmas
de este mundo menguante
e invisible.

































Seis






Ruinosa historia
Silencio que fulge
En la unidad
El brillo de las palabras
Se acercan al tumulto
Entre polvo y vacío
Acarician el otro lado
Del magma genealógico
No hay dolor
Sólo apariciones y transcurso
Lo que se ignora de la ficción






























Siete





Cuadraturas, discursos bien
Devenidos
Aroma musical en el blanco
De una palabra
Al fin el tiempo que resiste
A ser espacio
Un ilusorio descubrimiento
En una escenografía que cambia
De tiempo y de actores
¡Bien venidos al espacio neutro!
A una muerte repentina
Del espíritu en la carne
De la ideología en el deseo.






























Para Angel Goñi, maestro de vida y de polvos bien echados


Ocho


Estertor decía
Yo vida, aliento
Sístole, diástole
Mediodía
Medianoche
Estrella fugaz
Cometa silvestre
En tus pezones
Religión?
Yo murmullo, gemido
Otra vez aliento
Sangre?
Yo esperma, liquido
Tormentoso de puntos
Concéntricos
Miedo?
Yo dignidad, descendencia
Libertad de atravesar la esperanza
Y ofrecerle un principio y
Un fin inevitables
Pero hermosos como la multiplicación
Y la suma de mi abrazo.






















INSÓLITO CANTO


Con gran pena por mi parte Tintoretto fue destronado. El mismo día en que dejé Venecia, por Giotto en Padua. (A, Giacometti)

Insólito canto
Perpetuo fragmento de una historia
Ordeñando a la fornicación
Lengua plateada:
-pero si no escucha nada.
-barrunta tormenta detrás de la colina
-cualquier día viene
y se hace la ilusión
de que el trueno es un designio
de ese otro mundo invisible.
- Sí pero no deja de producir
El canto del otoño y del paladar gravitatorio.
Sí, sí
Insólito canto
Y perpetua escena
De soles que iluminan
Al gran sol castrado
Y decapitado.






















“Quizá la palabra más exacta es egoísmo, y es mejor recordar que a los
catorce hay que mudar de primera persona. Ya nos oprime el plural, y el
ejercicio del estilista singular, la náusea del encaramado sobre sí mismo
parece un buen programa para el futuro” G. Ferrater.


LA EXPERIENCIA ES LA PEQUEÑA NAUSEA
DE LA EXISTENCIA.




No maté a la rata
Y me levanté todos los días
Mojado
Oliéndome el dedo
Que huele a cielo húmedo
Así que detrás de las cortinas
No había cristales homosexuales
Ni padres castrados
Solo un espejo abierto
Al atardecer
Rojizo, plateado
Como tu pezón
En esa bañera sucia
Con esa esponja color limón
Que restregaba
Entre tus nalgas
Quedaba una pregunta
Por conocer
Pero Rimbaud
Era más interesante que tu
Que tu espalda mojada
Mujer de altos vuelos
Mujer de gesto velado
Mujer al fin sobre los hombres
Que abrasan mis venas
En torno a ti
Contraste de amarillo
Y negro celeste.
Cuánto tiempo necesito
Para ser próximo
Hijo y padre

Mi amor rostro
Mi amor refugio
Mi amor muerto.







Cenotafio


Termina la tauromaquia
Y el círculo.
Vuelve el neolítico
Donde la piedra
Era bastión de un territorio
Nómada.





































Preguntas





Vinieron de la primera planta
De un cráneo trasplantado
Lejos de las distancias espinosas
Envueltos entre tinieblas y máscaras
Celestes
Supe que ignoraron el trazo
De mi trampa también lo evidente
De esta pregunta inhabitable
De tanta gravedad


































Fiesta italiana



La fluidez dentro del agua
Las heces revolviendo
El fondo operístico
Olor a fritos y a pizza carbonara
La enredadera del balcón inclinado
Dentro del bolsillo toscano
Comuniqué el asombro de Tiziano
Los claros y oscuros de Tintoreto
Pero fueron tus prosas venecianas
Las que afloraron dentro del canal
Ambulante de tu mirada turística



































Bologna


Hoy como nunca la vida
Se agolpa en la materia
De tu diacronía agónica
Hablaste de perdidas
Y encuentros señalados
Por los destinos hueros
De mis pupilas
Era improbable que supiéramos
Qué iba a suceder con la buena
Suerte de respirar la mezcla
Y lo hicimos fuera del original
De su aliento
Dentro del anudado rincón
De un infinito aterciopelado

































Subjectum



Revolución de esquinas
Y sábanas marcadas
Por el lastre de algún intruso
Famélico al devenir
De este acontecimiento continuo.
Descubrí la sed
En una flor abrasada







































La muerte y el doncel



El enano del cráneo
De cristal
Fijó las reglas del encuentro:
Tú utilizas la palabra
Yo el silencio del gusano








































Positivizar


Después del sigilo
En la orilla del escondite
El río traspasó los umbrales
De tus límites
Detrás de tu espalda
Existía otro parapetado
Al cortapapeles
Pegando identidades
Sin remedio de experimentar
Con tus nombres adosados
Al ensayo y error de esta caída libre



































“tomo la vida con la cuchara pequeña”. Eugenio Montale




No fue una despedida


Se te cayó el plato dentro
Del último año
Tomaste el vaso de éste
Tu cuerpo volvía y giraba
Fuera del tiempo
Y el asombro de estorbar
Cuando ya todo estaba dicho
Fue el detonante de mi borrón
Con aquella goma que guardabas
Dentro de tu mesilla inaferrable



































Cráneo mariposa



Elemento de la mezcla
Sosteniendo la reducción
De este siglo
Con cuidado y sin notas
El espectáculo va a comenzar
Todo está terminado
Todo está servido
Hasta la nada dulce
De tus labios pequeños
Hasta la balanza del tiempo
En cuatro minutos de un abrazo
Sin brazos




































Cráneo subjectum



Advertí la enfermedad
Del sujeto
Dentro del yo soy
Un circo autocompasivo
De un ser retraído
El escrúpulo de la permanencia
Y una sutil perturbación
Que empleaba otra criatura
Al explorar las horas
Impropias de esta eternidad inútil



































Bellum



El error de la inclinación
Hacia la belleza
La pérdida de la transformación
Tras la ocultación del olvido
Una infancia coloreada
Por la resistencia al fuego
Y el extremo del abismo
En la uña de tu dedo amputado
Fuiste pasión
Y ardían las distancias
Lejos de otra renuncia



































Amenaza



Hice de las creencias
Dilemas inertes
Dentro de una historia
Inventada por la experiencia
Interior de tu pérdida.

Por eso me adentré en tu desaparición








































Claudio versus Dámaso




Incluso en la distancia
Respeto el trazo extensivo
De la melancolía
Es un tiempo atravesado
Por lo inerte de la ebriedad
Sin don
Pero con ira

































Frases perdidas




Será otro río
Será otro cielo
Pero nosotros

No estaremos







































Límites





La luz de la madera
En las termitas
De tus ojos
La casa inmóvil
Desmorona el interior
De tu habitación
Podrá el abismo retornar
A sus esquinas precarias






































Pantagruélico


Vi a la inmovilidad arrancando los ojos
A la noche imposible
Cierro los números impares
Y el dominio de los afectos
Refulge metódico en la experiencia
De otro pensamiento
La luz que brillaba detrás del paisaje
La sombra del horizonte
Descubriendo tus pieles nómadas
Edificio intuitivo de una semántica
Sesgada, fértil en vínculos velados
E inútiles




























Eternidad




Declina el sol en el horizonte
El último destello golpea frágil
Al atardecer
Los tejados espigan el espacio
Y las ropas tendidas arañan
Al frío invierno endurecido.

Bajo la sombra de la forja
Se escurre el aliento de la despedida.

Los amantes aguardan a que suceda
Siempre el mismo horizonte
Siempre el mismo sol
Siempre el mismo invierno endurecido
Por el tiempo extinto






























Torpeza



Patrística de lenguas
Cartilaginosas
Siguen en la tradición
Desolada de fotografías
Sordomudas o infinitos
Consumidos por lo que queda
De su pleitesía dentro
Del patíbulo sintáctico.

Mueve la ficha
Y sentirás como las vegetaciones
Avanzan entre la floresta
De la falsedad y el rencor.

































Solsticio de invierno

La puerta que abre
El color
Se cierra para el signo














































Por lo que sé



El relieve de un cuerpo
Ausente
La presencia inaudita
De los libros que suscitan
El silencio del inspirador
Mañana declina la luz
En otros himnos carnívoros
Luego el relato del mundo hundido
Y tu boca furiosa señalando
Los límites de mis labios




































Desbrozar





Cierro los limites
Y arden los ojos


Veo la lejanía de tus pupilas en el paisaje









































El jardín no tenía color



La cifra como es
Dentro del follaje
Estamos dentro de la rama
El opiáceo resulta
El crepúsculo de un suicida
En tramites





































Soy todo mío


Pude morir
Como tú decías
En la última metamorfosis
Pero fue el abismo
Dentro del envoltorio
El que enterró tu nombre
Entre mis dedos
Y mi cuello convaleciente







































El principio del lenguaje




Muerte te conozco
Eres la luz
De mi sombra

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