lunes, 3 de enero de 2011

CRÁNEO ALAMBRADA (2005)
GREGORIO OJER



“los espejos vomitan siempre un bocado más de lo que fui”
Jorge Boccanera . Bestias de un hotel de paso







“aquí el materialismo se convierte irremediablemente en atomismo”. Schopenhauer. El mundo como voluntad y representación





Rosa de alambrada





La creciente deuda interna
Acrecienta los enfrentamientos
Entre los muertos
Y los muertos de hambre
Vuelven del hueco que deja la riqueza
A los que se portan bien
Así se teje la rosa de la alambrada
Entorno a sus gritos
Y su sed de sangre





























“vivir, obrar, conservar su existencia, buscando radicalmente su propio provecho”. Spinoza,Etica




Visión


Sal y tierra escalonada
Fuego y oxido en la fragua
Formabas la figura de un mar
En llamas
El deseo cambiaba la espuma
Por el acero
Y se acercaba la vejez de los peces
A la palma de tu vela
El viento izó las manos
Y un universo de dolor
Cambió la faz de la desolación
En desgarro






























“ aunque expulses a la naturaleza con la horca, siempre volverá”. Horacio. epistolas





Ojos blancos


La tarea de tejer
La embriaguez
Cuando los cuerpos
Saltan las alambradas
Y marcan los ojos
Con quemaduras
De armas que la sangre amasa
También pararrayos de violaciones
Y estoques
De límites y mazmorras
Dedicadas a la mano que muere

































“conserva el olor de aquello de lo que estuvo lleno”. Horacio




Estadísticas





Un hombre sin nombre
Abierto a la estadística
Mastica el eco de la abundancia
Un hombre que dirige a los árboles
Hacia el desierto de su lengua
Un hombre que destina
Sus temores y lo más temible
De esta civilización
Hacia su boca muerta
Un hombre que formaba parte
De una confabulación
Contra los hilos del vacío
Un hombre preludio
De nuestras pesadillas
Y vuestra lentitud


















“ El árbol del conocimiento ha sido deshojado—todo es conocido” Byron. Don Juan






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El sabor de la herida
Y la música de los órganos
El hielo irisado en el fuego
De la noche
La mujer de las horas desiertas
El mordisco del follaje en sus senos
Y el descubrimiento de que las alas
Al abrirlas deja desnudo el torso
Del hombre vencido por los párpados
De la posibilidad
























“solo el hombre experimenta remordimiento tras el primer coito: lo cual indica que tiene remordimientos por el origen de la vida”. Plinio. Historia natural




Umbrales


Cambiar el velo
Por un suelo de esmeraldas
Unir los cuerpos
Como dos números secretos
Atar las dos orillas
Del río conmovido por
La belleza de tu pie de cristal
Y espiar el sueño de tu dormitorio
Donde tu cuerpo es dibujado
Por una lengua libertina
































“El placer es la más vanidosa de todas las cosas”. Filebo. Platón





Sólo hay esto





Insensata
La vejez centellea
Entre el naufragio
Y el abordaje
Desgrana la espuma
Sobre la luna llena
Devolviendo su reflejo
En la diadema de esta palidez
Marina
































“hace años que me sirvo para oler de mi nariz”. Schiller, Los filósofos








Sexo sólo sexo




El día espesa al tiempo
Y tus senos
A mi alambrada voraz





































“el hombre es un lobo para el hombre”, Plauto, Asinaria,II, v. 495.




Solo...




Pies
Maullidos
Narices
En mis nalgas
Bocas abiertas
Entre ramas
Y deseo de sed
Deseo solo
Entre las grietas
De tus piedras
Atraviesa
Tu piel
La tierra escalonada
La saliva
De tu hocico
Penetra en mi larva
Volver para encontrar los frutos
De las Horas entre rejas
Y el sello de tu lengua
En mi burbuja precintada




















“¡ por todo amor despreciado! ¡ por los elementos infernales!
¡ querría saber qué imprecación más furiosa podría hacer!”
Goethe, Fausto I, 2805,






Sexo


Cerrar los ojos
Y comenzar a ser cómplice
De tu vaivén
Blancas sábanas
Y golpes detrás de los cristales opacos
Pierdo el tiempo sobre la frente
De mármol esperando el ritmo de la rueda
Dentro de tu vestido de carne
Cuando tu cuerpo de cristal mece
Mi lengua de arena






























“Lo que es sí no tiene racionalidad ni medida, no puedes regirlo por la racionalidad”. Terencio, Eunuco, 57-58





La hoguera de cristal




Permitir que la música abra
La puerta
Y entre en el jardín
De las velas de agua
Mirar el teléfono dentro del pañuelo
Y recordar que la casa enciende
Tu boca
En mis últimos peldaños.
Preside el aullido
Y el silencio hace añicos
La hoguera de los besos de papel.



























Para inma, su mujer


Perfume de barro




El acero de las nubes
Cuando una foto viene abrazando
La escalera de tu respiración
La memoria engendra sueños endurecidos
Y baila con recuerdos desaparecidos
Entre escombros extranjeros
Y ruinas de perfume de barro
La existencia repite con rabia
Su última confusión de viento desenterrado
En la espuma de tu cabeza

































“lagarto del desierto
contigo dentro
en un apartamento
en un asiento para dos”. Piratas



Piratas


Nunca las piedras disolvieron
El agua de lluvia
En un caracol nostálgico
Nunca el final del silencio
Abrazó por omisión
A la voz enterrada
Nunca acunó a ese otro
Que despeja con violencia
Las zarzas clavadas en el rostro
Del lagarto del desierto.


























..”La vida que yo veo/ anhela los extremos confines/ el Desierto y la Selva, y nada más”. B. Atxaga






Etxeko soinua





La voz de la casa
Despidiendo tus paredes blancas
Antaño cuerpo fracturado
Por los cortes del rosal
Afuera los muros de piedra
Recogen las grietas de tus manos
Mantenidas por la magia de los que durmieron
La música del vacío en el primer escalón
































“el amor, como un vino enfermo, va por el aire
escondido en las nubes, y no asoma
a la lluvia” Julio Cortazar. De resumen en otoño




Lodosa 1979




Corría el árbol en el jardín
Jugábamos al escondite
Entre vuelve y vuelve
Y pasadizos secretos
El muro de piedra insistía
En la belleza de soñar saltarlo
Alguna vez para conocer el deseo
Más allá del centinela y del gran ojo
Sin embargo me entregue a ti
Dentro de la fragancia de los besos
Robados al aire y al borde de los mapas
De nuestra huída
Fue un instante que cortó el tiempo
Para siempre
Manteniéndose infinitamente detrás
De mi espalda inventada





















“tú miras las carreras, yo a ti; miremos ambos lo que nos agrada y dé cada uno pábulo a sus ojos” Ovidio Nasón .Amores, libro III






El deseo abanicando






Lo último aparece
Libidinoso detrás de tu lengua
Casi al borde de tu invención
Donde la nada y tu piel
Trocean mi nombre de manos
Retratadas
De paredes humedecidas
Por la sal de tus poros
¿Recuerdas el violeta de tus rizos
Entregado al ademán de un tiempo
Que se alejaba cada vez que repetías
Amor, amor, amor ?


























“el arte es aquí como su propia fiesta”. M. Blanchot. La risa de los dioses






Encuentros






El vaso sobre la lápida
Traga la luz de la cosmética
Es un remedio que insinúa
Los mejores sufrimientos
Del entusiasmo carnal
Y el deseo de ser eterno
En un solo gesto de indiferencia
Y hechizo
Tú eras el torbellino que arrancó
El epitafio de mis pies
La piel acartonada de mis besos insuficientes
El exótico brebaje de la vejez
Que inclina el cuello de la botella
Dentro de mi muerte perdurable.



















“la esencia de la imagen es dejar ver algo (...) Por eso las imágenes poéticas son imaginaciones en un sentido especial: no meras fantasías e ilusiones sino imaginaciones (resultado de meter algo en imágenes), incrustaciones en la que se puede avisar lo extraño en el aspecto de lo familiar” Heidegger,





El aspecto del imbécil





La cabeza precisa para estampar
La imagen en un entorno
De integristas y vidas cercadas
Al sopor de la embriaguez






























“ I love and hate her”. Schakespeare, Cymb., III,5.




La mordedura 2




Recitar de memoria
El patíbulo de los sueños
Para más tarde deletrear
Uno a no los campos sin pájaros
Y el tiempo de tu infierno
Personal que además olía
A losa rancia de estandartes
Y banderas de delirio
Bajo la alfombra del esplendor
Y tu seno podrido
En mi boca sin cabeza






























“Cuando somos niños sólo tenemos nuestro cuerpo y los senos de nuestra madre”. Erich From. ¿Tener o ser?








Los que cruzaron


Disociaron las líneas maestras
Pero al fin abrieron la puerta
Los niños dormían
Y el calor de su cuerpo
Se escapaba tras la ventana
De cristales de agua
Tres existencias opuestas
Jugaban a ser la misma persona
Que un día cruzó la escalinata
De los sueños




























“el soberano, por ejemplo, con todos los funcionarios o ministros de justicia, los del ejército y de la marina, son en aquel sentido trabajadores improductivos” Adam Smith, La riqueza de las naciones









Resplandor





Por último
Devorar
La lengua
Del rey
En una jugada
Trucada
También cambiar
La cera del museo
Por un cielo de piedras

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