martes, 4 de enero de 2011

LAS MÁSCARAS DEL VACÍO (2008)

GREGORIO OJER


“El algo no existe en mayor medida que la nada”

Demócrito


“si no existiera lo que llamamos vacío, espacio y naturaleza impalpable, los cuerpos no tendrían dónde estar ni dónde moverse,
cuando aparecen en movimiento”


Epicuro, Carta a Heródoto




















EXALTACIÓN DEL VACÍO



Un abismo cae en el abismo
Un volcán rutilante
En los ojos del invidente
Una nave de agua
Surcando el lagrimal submarino
El fuego de las marismas
Dibujando constelaciones
Cuando el cielo se derrumba
Dentro de la boca del exterminio
Una extraña voz se expande
Entre las ruinas de los siglos
Un instante apenas vivido
Clama venganza y estalla
En tiempos sometidos
La espiral que detuvo la destrucción
Torna vacío disgregado
Impalpable pregnancia de un légamo invisible
Movimiento hirviente, ciénaga sombría
Que arrastra al hombre
Hacia la degradación de su plenitud.
























MOVIMIENTOS CONCÉNTRICOS




Junto al charco
La piedra recorre
Las ondulaciones
Que recogen el vértigo
Del junco
Huye a la orilla roída
De otra charca seca
Estertor de lluvia ácida
Grieta pestilente
Donde la larvas deslizan
Su dolor y levantan
Los trozos de carne.
Entre los huecos del movimiento
Crujen los silencios desatando
Una tormenta de miembros mutilados
Es la última gran migración
De los hombres sin tierra
De los hombres que nos conducen
Al hedor de la luz






















REFLEJOS




Del fondo del reflejo
Cuál es la forma que se
Prolonga del clinamen
El azar espontáneo del
Frondoso humo del gran estallido
O el éxodo trémulo
De la crujiente espiral
Que atornilla la gravedad
Al movimiento eterno.
Las líneas paralelas
Reflejan el caos de sus puntos
Indeterminadamente se desata
El nudo de la realidad
Y oscila entre la desviación del vacío
Y la quietud extenuada del horror





























ESPECTADOR




El fuego cosiéndome
Por dentro la lava
De tu laberinto tapiado
Viento huracanado de volcanes
En extinción a lo largo de la ceniza
Del enigma. Tierra de nadie
Que apresa el vacío en el vértigo
De la ceguera de un mundo
Descompuesto, grotesco.
Vi un cúmulo de galaxias
tragarse los filamentos
del vacío. Cómo trepaban
buscando la salida de entrada
a una nueva catástrofe
sin testigos.






























CIERTA TENDENCIA HACIA EL ROJO




Cierta tendencia
Hacia el rojo
Hacia la desaparición
O cansancio
Tal vez renuncia
Al ocaso premeditado
Prestidigitador de caídas controladas
Por la red de la desesperación.
El amor pasó
Y envejece con el oficio de vivir
O con la venganza del recuerdo
Sombrío de abismos insomnes.

















.















LA GRAN EXPLOSIÓN




La sorpresa de rayar el espejo
Y encontrar el naufragio de los nombres
Concebir el espacio como un gesto
Del vacío. Todo cuerpo se disgrega
En círculos concéntricos. Órbita fósil
Inmóvil en las pupilas de la gran mancha
Estelar. Delirio de la materia
Que ignora la prisión del reflejo
Vida perpetuada en destrucción
Febril expansión de infinitos opacos
Cuerdas que chirrían cerca de estrellas
Agonizantes. Aullidos del polvo
De materia fatigada por el crepitar del tiempo
El espacio nos abandona junto a las cosas
Que nos protegen del gran estallido
De nuestra mascarada























NUDOS



En ausencia de plenitud
Se desatan los nudos de lo visible
Adentrándose entre las fisuras
De lo indivisible. Existe el infinito
En el vacío. Y todo se reduce
A una posición de la deriva
En la inmensidad







































ELIPSE CARNÍVORA





La escisión de un bosque estelar
Excavado en el vacío
En el límite del azul
Y el negro
Partitura de la piel
Con el oxígeno
Filo del dedo
En la tierra madre
El cálculo de los números
Alrededor de la incógnita humana
Elipse carnívora
De nuevos mundos que se originan
En los aledaños del infinito
Demora la gravitación
Y el balanceo entre los huecos
Del acuario solar

























ZIGZAG DESTELLANTE
DE LA ORBITA



Zigzag destellante
De la órbita perseguida
El hidrógeno incandescente
Que se vierte justo en el límite
De tus pupilas
Instinto de los confines telúricos
De tormentas y conciliaciones
Huérfano de hechizos lunáticos
De quimeras aprendidas
Devoradas por el escalofrío
Y la intemporal sombra
Del silencio de las esferas
Hay otra orbita tumultuosa
Paralela a la cautiva de la luz




























NÁUFRAGO





Caballero de las esferas
Rutilante extraviado de la penuria
Y el espanto
Dejó huellas en infinitos de arena
En planetas dilatados hasta
El remanso de la nada
Sigiloso mensajero de los agujeros
Negros
Habitaba en los ramales del tiempo
En las fronteras clausuradas
De la belleza
































PLANETAS



La guadaña invisible
Arrastra la nieve
Hasta la cara oculta de la luna
Viento turbulento que aleja
Las distancias de tu boca cosida
A la niebla
Impaciente, encuentro tu cuerpo
Racheado en la plenitud
De la migración de tus miembros
Intemperie imperceptible
De perfúmenes y bocas hostiles
Mar entre extrañas cicatrices
La existencia gravita
En la luz errante.






























TRATÁNDOSE DE ISLAS ESTELARES



Tratándose de islas desiertas
Pirámides desempolvadas
Del silencio
Surcamos los restos de una nave
A la deriva
Un almendro en flor recogía
Las tormentas solares
Nostalgia volcánica
Entre abanicos de galaxias
Y tu sonrisa
Seguía la distancia acumulándose
En los rincones del pequeño incendio
De los astros fríos y perennes
Advertí que el sueño
Defiende los valles de la imaginación
En una tierra avasallada por los dogmas
Y las guerras


























SOBRE LA PIEL DEL UNIVERSO





La ternura
En un pliegue
De la catástrofe
El amor trenzando
Ríos de lava
A tu sangre desbocada
Vértigo de llama
Fuego de enigma
Vientre diminuto
Ignorando los restos
De una confrontación
Galáctica en los límites
De Orión





























EL GRAN COMEDIANTE



Branquias solares
Planetas inmóviles
En el dolor de las órbitas
Repetición de abrazos
Y fricciones con el vacío
Oh! la gravedad que concita
El desplazamiento
Severa repetición de surcar
El curso de la belleza silente
Tejo los aromas a la elipse
Que regresa de un largo viaje
Más allá de la inmensidad
De las estatuas dormidas
































LA PIEDRA Y LA FLOR



Muchos tiempos se extinguieron
En el fulgor del instante
Tiempos que dejaron la violencia
Y el destino y se precipitaron
A la búsqueda de la espesura
Y las caricias. Tiempos que la fortuna
Sombreó hasta hacerlos reescribir
En los mismo ancestros que cancelaron
Los abismos del retorno
Cumplí con la ceguera de la primera estrella
Hasta estrellarme en la bóveda
Del gran interrogante ¿quién elige?
¿quién conoce la gran obra que convocó
al azar y a la aventura?
¿quién entre tantas huellas
perpetuó la turbulencia del infinito
en la medida y la perfección?
Siempre palpo la carencia del origen
Siempre se extiende el sueño
Sobre el asombro de la piedra y la flor.























HECHIZO




Vendrá la lluvia de estrellas
Dorada somnolencia del cosmos
Hasta ser fuego insondable
En el grito mortecino del murmullo celeste
Entonces el tacto y la seda de tu cuerpo
En una luz sin luz
En un jardín de mármol
En la belleza tibia confabulada
Con la crecida del olvido
Absurda peregrinación
De un juego nostálgico
Entre signos que borran el mundo
Hechizado sin tiempo


































CRUJE LA ESCARCHA




Cruje la escarcha
Cuando el sol desde la quietud
Ebrio de fuego e inviernos
Custodia la sombra del eco
En el precipicio de la rama
Confín tras confín
Cimbrea el brillo tardío
De las brasas en la Vía Láctea
No hay camino dentro de la hoguera
Sólo cenizas que nos aguardan
En los sueños de infinitos cielos





























INFANCIA






Zozobra del rocío
En el signo de la apariencia
El universo se expande
Con los primeros charcos
De mi infancia
Me acerqué a la nada
Y pregunte al tiempo
Por la impaciencia
Por el reclamo de la pena
En las líneas del espejo
E indómito orilleo mi sed
En lo más recóndito de la espera.
































HUMANES





Entre los goznes de la luna
Un poeta disecado
Un animal posible
Perdiendo el equilibrio
En un hombre imposible

































MAR Y CIELO





El espacio despegado de la materia
Contorsionan las alas de la mariposa
Pliega la puerta del delirio
Que es una foto confusa del escalofrío
Del mar abriéndose al temblor de las olas

La muerte teje su telaraña
Y atrapa al tiempo y a la belleza

La arena dibuja la ruina
Camuflada entre la espuma
Arrebatada a la niebla


El murmullo del arrastre de la sirena
Succiona el delirio desatado
Del deseo en la hoguera


Salta el éxtasis químico de cuerpo
En cuerpo dibujando horizontes
La lluvia masculla los nombres
La terrible cantinela del remolino
Y las sombras que bañan al mar


Recoge el viento el vacío extraviado
E invade las promesas que no llegaron
Al dolor ¿quién irrumpe el borde errante
De la nada y el vacío?
¿quién ignora la brasa que respiran mis latidos?
¿quién naufraga entre la escoria del infinito?
¿Quién contiene la salida del espejo al laberinto?











SEXUALIDAD MUSICALIZADA


Se anuncia la salida
En el escalofrío
En el azar profundo
Del derroche.
Entre arena cristalizada
Recoge la piel
Del laberinto
Demencia del vértigo
Y del desorden de la belleza
También las insinuaciones
Fulgurantes del destello
Del crepúsculo.
Se abisman las nubes
En el espejo del cosmos
Y se alcanza el reflejo
Del hechizo en el frescor
De la hierba que crece
Junto a tu pie palpitante

























CRONOS CAMINANDO POR UNA PLUMA



Volvieron los mundos
A encontrarse
La frescura de los volcanes
Apagó el ruido de fondo
De las estrellas
Toda la materia se aglutino
En torno a las distancias establecidas.
Fue un espacio inédito
El que subrayo la necesidad
De rubricar el acontecimiento inenarrable
Entonces el hombre sobre la densidad
Desveló el trazo imaginario de la recta
La contorsión de la voz en el tiempo
El hartazgo de vida
El asombro de la niñez...
Siempre el hálito poliédrico






























DESVARÍO


Desvarío del signo
En el juego del sueño nostálgico
Primeras horas del viaje
Sobre el reverso del exilio.
Abandono la Tierra:
Diosa del extranjero
Madre del iluminado.
Hasta borrarme en la luz
Ruina del fuego consumido


































EROS



Ondas cercanas
A la oscuridad
Perciben el aroma
De la luz escéptica.
Surgen las aguas
Ensimismadas de la nieve
Del deseo.

Irradia el laberinto
Miedo irrepetible.

Voluntad que demora
El descubrimiento
De la ley cancelada
Disfraz que conjura
Lo terrible de un latir rescatado

Tenaz el verbo
Se hace carne
En mis labios

Seductor cautivo del olvido
Muerte despierta, prisionera
De su aliento frío
Avanzo en la cicatriz clandestina
De tu ombligo
Preparo la madrugada
Y el silencio del escalofrío.
Recobrarte sería acotar la inmensidad
En el extravío
















TÁNATOS




El enigma de la mesura
Anda ensimismado
Duerme en los rincones
Del relámpago
Aspira tifones en un dado
Escapa del espacio desmesurado
Y siempre se ufana
Del último aliento
En la expiración del fulgor
De un yo derrochado


































SOLAZ



Palabras, palabras, palabras
Ansiedad, frontera mutilada
Control del escondite
Ausencia de eternidad
En la piedra invadida
Mira el contagio de la noche
En la lealtad de la sabiduría



































EROS PITAGÓRICO


Marchita el latido pitagórico
El ronroneo de las esferas
Tañendo el abismo del sueño
El asidero de la nada
En el ocaso del sol
La cifra perdida vagando
Entre el conjuro de la floresta
De estrellas hambrientas de materia
Emblema de la pregunta
Que la infancia ya respondió
Fronteriza conformidad de la estridencia
Y la desaparición consumada
































CANSANCIO NUCLEAR






Flujo y reflujo
La indescifrable transparencia
Del cosmos cerrado
E invadido por el espacio
Tercamente golpeado
Por la tartamudez del filósofo
Y el martillo del astrofísico
Buscar el cerrojo entre el vaho cristalino
De lo nunca visto
Golpear al fugitivo vacío
Hasta que señale la materia cómplice
De este abandono nuclear
































DESHACIÉNDOSE LA MATERIA




Deshaciéndose la materia
En el quicio de la luz
Velocidad paradójica
Que urbaniza los espacios
Rurales del cosmos
La mecánica dio paso a la mitología
Un sinfín de golpes en el extrarradio
De lo inmensamente idiota
































SUCESOS



A lomos de la gran explosión
Paralelamente a la repetición
De la repetición
El tiempo mudo se hunde
En los sucesos de los pequeños ocasos
En la fugaz ceniza del tránsito
A galope entre la fábula y la gravedad
Orbital de los sueños no realizados.
Apoyo la mano sobre el vacío inaugural
De lo humano
Vuelvo invisible el laberinto furtivo
Del espacio
Confundiendo el azul con la pesadumbre
Del acero transfigurado






























CONJURACIÓN




1


Es oficio del que avanza
En el acecho del lapso irrefutable
De lo inhabitado
Zozobra del rincón melancólico
O la maniobra de un destino preparado
En la fragua del cautivo
Siglos que recubren las ráfagas de sangre
En la herida de un paraíso en el fondo de la carne
Tiempo de huesos quebrados
En el delirio de branquias y escamas






























2





Otro día arrancarán las páginas
Que no escribieron en la llama fría de la escarcha
Y conjurarán a los fantasmas de la intemperie,
El viaje perdido en el mensaje críptico
El lapso irrefutable del jeroglífico...




































CÁSCARA SAGRADA





En el borde de la cáscara
Contacto con la mueca
De la máscara
Vacío ocular
Ordenada trampa
De ritos, costumbres...
Iridiscencia programada
En solventar engaños
Cuando el fantasma del madero
Esconde el cielo entre sus calzas
Y el jeroglífico del mineral

































EL PARQUE INFANTIL




La desobediencia de la vida
A la propia vida
Arrebato de geometrías
En un coral de estrellas
El cosmos regresa de su estallido
En la Gran mariposa
Cascadas de metal brotan
En el vacío estelar
Un niño salta a la comba
Cuando el precipicio se acerca
A la encrucijada de su suspiro
Volverán a brotar universos
En las páginas de Giordano Bruno
Infinitos cometas viajando en infinitos
Infinitos
Órbitas decapitando vacíos
Vacíos caminando hacia la inmensidad
Y tu cuerpo como ceniza de la historia






























GIORDANO BRUNO





La cuchilla en la mejilla
La cena de las cenizas
Sobre la alfombra de la alcoba
Un interrogante se pasea
Entre los goznes del sueño
El consuelo de la madrugada
Absuelve al testigo de este
Pequeño crimen imperfecto
El libro de perfil deja entrever
El rostro del autor entre llamas
Que regresan trémulas de su destino
La miseria de los que creen
Y la ironía de la historia
Con los que no comparten esa miseria
Un sinfín de dementes comensales
Bebiendo la sangre de mi cuchilla
Un sinfín de unicornios desafiando
Las llamas alentadas por el divino fulgor.

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