lunes, 3 de enero de 2011

GLOBUS (2006)

GLOBUS



No soy nadie todavía
Un impulso del gran sobreviviente
El espacio me espera
En la insistencia de los flujos vitales
En el aleteo prodigioso
De la belleza turbia
Envuelta entre sexo
Y pasión transfigurada
Ahora pruebo el rumor sordo
De la tarea adjudicada
Debo de alcanzar la cárcel
Que dará refugio a mis aspiraciones
En el encuentro final
Con esa otra parte desconocida
Diferente, entrañable
Ese otro nadie
Capaz de nombrar a mi nadie































El pasillo estrecho
Que conduce al espacio habitable
Las paredes oscuras crujen
En una resonancia de interiores
Alargo mi esfuerzo entre convulsiones
Y viscosidades. Me desmorono envuelto
Por pliegues íntimos en busca del cobijo
Señalado. Voy esbozando en mi aleteo
El refugio a mis veleidades




































Establezco consistencia
Entre la distancia de estos
Dos espacios
Alargo el conducto
Y lo ensamblo a la raíz
Geométrica de la esfera matriz
Suspendido en el vacío
Presiento un viaje largo
Volveré a reanudar la meditación
En este compartir exclusivo








































Escucho el ronroneo metálico
El cordón umbilical cambia
De postura envolviendo mis brazos
En una espiral de infinito líquido
Mis manos agitan el caos
El eco de la placenta sacude
Mi cráneo hueco
Comprendo la distancia establecida
Pero no alcanzo a ver
El resplandor que viene del vientre
A la altura del ombligo
De ese otro mundo que espera
Mi resurrección




































Coexistir
En silencio
Imponer distancias
Mimetizar el entorno
Del otro
Cuando se agita mi cubículo
Yo también me agito
Cuando se excita yo dibujo
Un campo de amapolas
En lo cóncavo de su vientre


































Se mueve el acantilado
Entre las filigranas de piel
Pegada a huesos sin desarrollar
Fuera llueve
La nave se traslada deprisa
Resbala, pérdida de conocimiento
Se acumula gente alrededor
De su protuberante vientre
Consigo moverme y cambiar
De perspectiva.
Creo que es una locura
Seguir desarrollándome





































Coexistir con sus dudas
Con sus gestos inciertos
Con su digestión profunda
Que hace temblar la risa
De mi boca
Coexistir cuando dirige
Sus sentimientos hacia
La pasión del otro
Con sus convulsiones de belleza
En un mar expansivo
Coexistir con sus lágrimas
Y miedos a mí presencia
Con sus antojos locos
De mermelada y panecillos
De chocolate
Coexistir para luego insistir
En su ternura de caricias
Y de esperas

































Las extremidades surgen
De mi tórax
Un agujero en la belleza
Vibra en el límite de mis manos
Sin dedos. La luz se expande
En el líquido. Fotografías simultáneas.
Yo me muevo para ocultar mi sexo
Será niño o niña?. Pondré todos los medios
A mi alcance para alargar el misterio
Más fotografías. Presionan en el vientre
Y todo se mueve alrededor de mi cuerpo
Medio hecho
Soy nadie
Y nunca


































El otro pone su mano
Sobre el vientre de mi nave
Siento su tacto
Agito los pies y busco respuesta
Él me golpea con su dedo corazón
Tam, tam, tam, y yo
Glu,glu,glu
Sonríe, me vuelvo a agitar
Vuelve a sonreír
Pero esta vez entre el asombro
Y el miedo a lo desconocido
Intento gritar en medio del líquido
Y una burbuja se eleva hasta
Su mano
































Es de noche y de día
Hace frío y calor
Mitad yo mitad ella
El cordón nos ata a la vida
Y la vida rodea de vida
Mi cuerpecito diminuto
Estoy contento porque ella
Está contenta
Paseo por un corredor de hiedras
Va con paso firme
A su derecha el mar y su olor
Que llega hasta la placenta
Recojo un golpe de ola
Y ella desnuda se deja mecer
Por la espuma
































Su fiebre me aturde
No se mueve
Yo por inercia
Me doy la media vuelta
Y la acaricio
Con mi pierna
El cansancio de ella
Me llena
Mañana vendrá el doctor
Y nos vera a los dos
Por si me afecta
Su convalecencia







































Hay una mar de lunas
En su espalda
El universo fluye
Delante de mi cara
Golpean mis pómulos meteoritos
Y estallan galaxias
Voy formándome
De catástrofe en catástrofe
Riñones, hígado, vejiga,
Pulmones, cerebro
Celebro esta expansión
Hacia el naufragio íntimo
De un nombre que no conozco
































Inmunológicamente me transfiere
Su información y su distancia cercana
Hay extensiones suyas que intensifican
Mi proceso definitorio
Los espacios conforman espacios
No hay formas determinadas
Sólo el ruido espaciado de sus tripas
Los golpes espaciados de su corazón
En la pared de mi burbuja
Recuerdo cuando pisaba la arena
Y la espuma se agolpaba entre los
Dedos de su pie
Yo vibraba de entusiasmo
Agitándome en su vientre marino

































Me observa
Me nombra
Me siente
Me contiene
Me posee
Abre sus brazos
Y abre los míos también
Besa el infinito
Y besa mi ombligo
Atado a su globo infinito
Cuando muera
Moriré yo con ella
Y si vuelve a respirar
Me cobijaré en sus pulmones
Como lo hago ahora en su vientre
































Soy un pliegue
De otro pliegue
Me enredo entre el cordón
Que une dos nadas
Edulcoradas por el ir y venir
De lo exterior al interior
Mezclo el abismo
Entre mis heces cercanas
Al paraíso de los mares
Sin fondo












































Devoro los pétalos
De su amapola cuando
La fiebre que surca el rio
Tropieza con el tallo de la luna
Todo es un sueño de mediodía
Cuando ella se dispone
A darse un baño de anémonas
Y corales



































Aparece otra vez él
Detrás de su espalda
La aprieta con sus manos
Ella se regocija en su pecho
Yo me convulsiono porque
Siento una corriente
De liquido espeso en el abismo
De su ombligo
Estrellas que se aproximan
A mis manos
Su boca recoge el despertar
De su susurro
Sonrío entre el sudor de placenta
Y torbellino amniótico


































A la sombra de la higuera
Te espero madre
Confusa entre la confusión
De ramas y hojarascas
Vencidas por el temporal
De tu mano mecida
En el vacío de cristal lunar










































Veo la luz fragmentada
En tu iris deshabitado
Tiemblo en la oscuridad
Enredada de tu espiral
Estoy formada entre
Los latidos de tu corazón
Estoy formado entre
El silencio de tus silencios









































Cerró los ojos
Y atravesó el agua
Con su rostro
Vieja lluvia
A la orilla del rio
Que humedece tu boca
De orillas
Exterior de heridas
Interior de despedidas


























































































Huero mundo
Aprecio tu interés
Por mi formación
Todavía no estoy
No poseo comunicación
Tampoco nombre
Quimera tras quimera
Deletreo mi corazón
Y tus sueños



































He regresado
He cerrado otro círculo
Otra esfera ovalada
De un demiurgo loco, residual
Por las estrellas de metal
Amanece. Es mi primer sol
El único que recordaré tras el ocaso
De mi vida
Siempre evocaré la entrada
A tu cueva entre la lluvia letal
De tu risa







































Es un indicio
Todavía no me han nombrado
Y Vivo en el error
Entre la corriente de palabras
Sin idioma, sin una lengua articulada
En el vacío de otra lengua traducida









































Soy ella desterrada
Sin habla
Sin nombre
Siempre hallada
Entre sus brazos
Perdida en su embozo
De corales
Y mi nombre











































Veneno de veneno
Veneno de tus manos
Veneno de tus brazos
Veneno de tus labios
Veneno de tu boca
Veneno de tu espina
Clavada en la sangre
De mi herida



































Dentro de la oquedad
De mi boca
El delirio de tu leche
La magia del néctar misterioso
Succionando mi garganta
En el fluir de tu extremo
Regreso al gesto primigenio
Al óvalo sedoso de nuestras intimidades









































Abro la luz de tus ojos
En mis ojos cerrados
Restauro el destello
De tu hechizo
Madre espiral
Cuando aproximo mi boca
Al vacío de tu vientre










































Con la boca abierta
Espero tu boca abierta
Mi cabeza se apoya
En tu hombro y juego
Con tus rizos henchidos
De estrellas
Tu mano aprieta mi sueño
Y mi espalda se recoge
Entre tus dedos de arena







































Da da ba ba
El movimiento de las palabras
Entre el cuello y tus labios
El zigzag del aire
Envolviendo la abrumadora continuidad
De signos que señalan el espacio
Tu lengua en el torbellino
De mis oídos dibuja enigmas
Que luego crecerán en la punta
De mis dedos








































Vuelta sobre la arena
Galiposa en mis pies
De barro
El saso cubre tus nalgas
De cobre cobalto
Más allá del monte
Dejé de nacer en tu vientre
Para ser humano








































Te escuché un verso de Pizarnik
Marino
Entre los arrecifes de tus manos
El salitre dibujaba sobre la roca
El perfil de tu pétalo
Yo chapoteaba en el naufragio
De la despedida
El acantilado del mare nostrum
Sobrevolaba el pasillo azul
De la habitación
Silencio
La línea del dedo
En el corazón del arco iris
Y el pavor de un verso repetido
Dijiste






























Agua de tu boca
Agua corriendo
Entre mi boca
Agua de mar
Lujuria entre la manos
De tu moldura
Soy yo madre
Soy yo la sombra
De tu sombra
Soy yo parte de tu yo
Próxima a tu otro yo
Parte de tu parte
Maldita







































Resistí a llamarme
A nombrarme
Por eso me despedí














































Precipicio
Fábula del desierto
Espejismo de tu iris
De barro y paja
Azul cobalto
En tus nalgas de porcelana





































Nudo tras nudo
En un abrazo
Demasiada madrugada
En el envoltorio
Del deseo
Semblante de agua
Iniciado en la llama
De tus ojos
Luz sin medida
En el cierre
De mis labios
Duérmete niño
Duérmete ya
Noche de esquinas
La rama caerá
































Tengo frío sin tus manos
Tengo miedo sin tus labios
Madre espiral
Asalto de miradas
Anhelo vagabundo
El sueño reniega de los sueños
Antes nombrados












































Soy tú en yo
Soy yo en vosotros
Hijo de manos ardientes
Hija de noches en vela
Hojarasca en vilo
Hendida en tus venas
Padre locura
Madre espiral







































Fulgentes azules
Cabalgando sobre el perfil
De tu blanco marfil
Velamen roto en un añil
De profundos suspiros
Raptados a la espuma
Del oleaje
Madre espiral de turbulencias
En una arena desnuda sin cuerpos
En una arena de labios navegables





































Gira tu cintura
Dentro de mi cintura
Dibuja el tiempo
En la piel del sueño
Caricias entre orilla
Y orilla
El río abraza el agua
Mientras mis pies se ahogan










































Los dedos que empeñé
Para cercar el espacio
De tu pelo
Ignoran la gravedad
De tu espejo inacabado
Una a una las estrellas
De tus hombros
Caen entre las flores
Del tomillo embelesando
El vacío de la encina
Una a una las tempestades
Anticipan la geografía
De los sueños aromáticos
Madre espiral peinando
La arena muerta
Del litoral de mi boca
Madre espiral
Devorando las cadencias
De mi corazón cristalizado

























Saco mi nombre
De mi cuerpo
Saco mi cuerpo
De tu óvalo
Espacio que quema
La luz de tu llama
La llama de plata
En mi mano preñada
Huyo hasta alcanzar
El aguijón de la espiral
Entre tiempos clandestinos
Como la lluvia reclamando
Campos ignotos que un día
Contaron los desánimos
Y el bálsamo de tus escamas























































































Las postrimerías del vértigo
Cuando tras el primer paso
Invalidas el retorno
También la mirada clandestina
Hacia un tiempo sin medida
Te empujas hacia una puerta sin salida
Esquina de otra puerta que requiere
De asedios y fantasmas que despiden
Cerraduras de llaves que murmuran
Entre secretos y espirales
De carne y hueso.
Das otro paso
Y ofreces otro vértigo
Que adelgaza el espacio
Permaneciendo impávido
Entre tus pies de barro.
Tiras los dados decapitados
Y asaltas herido a la encrucijada
De dar otro paso o quedarte quieto
Hasta que la tierra deje de girar
Entre estos vacíos inventados























Entre los escombros
La loza del secreto
Hierro de tu armadura
Contención de poros pávidos
Prosperidad que desliza
Asedios de sentidos acuosos
Roto el alambre que anuda tu sangre
A la tierra levanto furtivo
Mi corazón deshumanizado
Mi ley escrita con las uñas
De tus manos
Fue en los años venideros
Cuando el temor era vaharada
De cuerpos huecos

































El sueño reniega de los sueños
El sueño trasiega la frontera
De mi nombre cómplice
Con los músculos de la fatiga
Pronto perseguido por las criaturas
De la escurridiza noche
Despliego la carne desgajada
Que enreda la muerte
A tu cerradura
Sueño torpemente la guerra
Que establece la realidad
De los sueños en los hombros
Del que yerra





































Moldeo las ruinas
De este atardecer
Las cobijo a la intemperie
Del último lirio que inclinó
La luz sobre mi tallo
Raíz extraña de un cielo
Empapado de enigmas
Y jeroglíficos
Rocío atroz que define
La corrosión de los pasos
Fruncidos con el amarillo
De la hoja vencida.
Acucia la sequía y la infamia

































Otra vuelta a la caverna
A la confusa puerta del
Cabe todavía un traje
De chatarra y sangre desgranada
Comisura despedazada en el terciopelo
De mi lengua de trapo cósmico
Oye! poco a poco conferiremos a este envoltorio
Un matiz tamizado de derrotas
Y porqué no de fábulas que no adivinan
Que el héroe es una mujer
De piernas enjutas sin preguntas
Ni acertijos de amargas miradas
Abstinentes legendarios sin veranos
Que falsear entre la sutura desgarrada
En el terciopelo de mi lengua de trapo
Cósmico this charming man
He knows so much about these things
































Existen punzamientos
En el devenir
De pasos-tierra
O tierra-huellas
A lo sumo la invención
Del perdedor
De la roca que estalla
En hilaridad de agua cristalina
Vuelven las aves a horadar
Mi hígado apocalíptico
A cercar con su vuelo rasante
El destino del caos



































AJUSTE DE CUENTAS


Gracias a Pavese a Pound
A Celine a Deleuze
A los Smiths a Radio futura
A los que sucumbieron
Tras la puerta de la percepción
Al gato pardo que me miró
Con ojos de ratón
A la mano que me extendió el mantel
De mi cuerpo sobre su porcelana china
Gracias al sexo por el sexo
Y al sexo sin sexo
Gracias al sexo homosexual
Y al heterosexual
Gracias al amor que mata
Y a ese otro amor fingido
Con preservativo chino
Gracias a todas las mareas
Que intentaron borrar el nombre
Sobre la arena quemada de tu vientre
Gracias a J.M. Alvarez a Mishima
Gracias a Itaca porque nunca
Llegará a mi cuerpo ulises
Gracias al último viaje
De porro mal liado en mi estomago
De pulmón amargo
Gracias a mis cervezas
A mis árboles legendarios
Que acarician con sus ramas
El tiempo comedido
De mis dedos estilográficos
Gracias al bourbon con pastillas
Y a las carreteras que cicatrizaron
En la ultima suela del vacío del zapato
Gracias a Poe y al Marqués de Sade
Sin ellos mi Bastilla no sería un lupanar
De la razón
Gracias al replicante de mi melancolía
Gracias al cerebro trepidante
De Miguel Ángel el afilador
Gracias a Faulkner y a Poeta en Nueva York
El cielo no siempre es gris
Y desde entonces las barbas del Hudson
Recorren la bahía de mis sueños
Gracias a Jorge sin trazos y con trazos
Espesos de poesía espaciada en el infinito
Del cuadro
Gracias a ese viaje que valió la pena
Descubrir en Alba de Tormes lo inacabado
De la vida y su relato
Gracias a esa vuelta plácida
Que sigue girando todavía en la espiral
De nuestras vidas
Gracias al estramonio
A su descarga metafísica de raíces
Y hojas disueltas en saliva
Gracias al silencio que sigue dictando
Mis palabras y tus poesías
Gracias a ti que te fuiste sin olvidar
Al otro lado del Gran Lago del cristal azul




































El exceso del infinito
En el tiempo
La máscara del grito
Conformando el aullido
Lejos de la habitación
Eurípides declama en voz baja
Entre la sangre de la noche
Luna revelada en tu pezón de arena
Luna esperada tras el cristal de espuma
Rimbaud se ha vuelto loco
Detrás del espejo de tus dedos
Nada cambiará la luz de esta madrugada






































Cómo puede funcionar la luz privilegiada
En tu imperceptible identidad
La espiral que abre la rueda
Del espacio consagra a la flecha
En la diana del tiempo
Supe que habitabas la sima
De mis ojos enrojecidos
Después de la batalla de Maratón
Tras los anaqueles de una librería
Ardiendo aprendí tu lengua extranjera
Y previne a los derrotados
Que las leyendas no entran en los cementerios
De barro
































Cuando la piel se expone
A las inclemencias de los idiotas
La historia sobrepasa el ritmo
De tu lectura. Descubres el vacío
De ese otro mundo que deshace
Los días entre las filigranas
De columnas de sangre y odio
Y sin embargo el año pasado
Me acordé de Cavafis paseando
Por la Alejandría de tus sueños







































Derrota tras derrota
Mi cuerpo goza
De mi cuerpo
No siento lastima
Del placer perdido












































La frontera de la perfección
El límite de lo perfumado
Exhumación tras exhumación
Debajo de las cenizas
Con las que alimento
Mi huida
Obedezco a tu muerte servil
Verdaderamente combatí al encanto
De los que desaparecieron con la esperanza









































Es preciso permanecer
En la belleza
O en el exilio
De la hierba
En tu vientre de plata
Conmigo el dolor
Y la sed que brilla
En tus labios de cobre
Contigo la lumbre
Del hielo leal a la hoguera
De tus ojos




































Geometría de cera
Museo de la disipación
El cortinaje cae sobre la llama
Aislada de la luz
Vuelvo a recibir la ebriedad
De las cosas
El conjuro de los silencios
Amarrados a tu mar
En retirada
Salto sobre tu imagen congelada
Y nada duerme sobre los papeles
Del naufragio





































Gracias a la historia de la locura
A las mil mesetas del pensamiento
Gracias al tostón del capital
Por no haberlo acabado nunca
Gracias a los paseos con Cavafis
A través de las aguas oscuras
De alejandría
Sumergida entre muslos de plata
Y narices de barro
Gracias al discurso sin método
Y al vacío de cualquier método
Gracias a los refugios intensos
Entre efímeras botellas
A los espectros convalecientes
De nuestra gravitación demente
Gracias al derramamiento de tu sexo
A la agitación aturdida entre poemas y cuadros falsos
Gracias a Orfeo y a Duino sin Rilke
Los poetas no se arrodillan cuando terminan
Escribiendo
Gracias a la Tierra Baldía por hacerme
Comprensible lo humano
Gracias a la muerte por haber imaginado
La vida y a la vida por haber imaginado
La muerte no hay boda sólo el banquete
De los gusanos entre tierra y carne pútrida
Gracias a Joyce por dejarme ser eterno
En un solo día entre los escombros de mi lectura
Gracias a la eterna pregunta de Kafka
¿llegará el insecto a ser algún día Hombre?


















Vuelve a fragmentarse el murciélago
El aire que circunda el cristal
El olor de las nubes
La mano que mece el compàs
De la piel sobre el pétalo transparente
Entre nosotros el secreto de no saber
Los nombres del asesino
Quizá el suicidio de unos labios
Sobre la carne mezcalínica
Arden las ventanas a la altura de
Tus mejillas las mismas cómplices
De una juventud que no regresará
Porque siempre habitó fuera del cuerpo
Es el ardor de los ojos inundando la realidad
Un año tras otro recogiendo los preludios
De los que se marcharon temprano
En ese otro instante que hemos olvidado

































Solo dispón
De la lección
De piano
Rasga el repertorio o suscríbete
A la huella que no alcanza
Los pies de tu desaparición:
Lo inexplicable persiguiendo lo inconcebible*













*j.m. Alvarez




























Espero la soledad
De un viaje sin retorno
Nunca me gustó su destrucción
Tampoco comprender que tras ella
Se posicionaba la esperanza
Quizá siempre haya confundido
La libertad con una constelación
De posibilidades como confundo
El fondo de tu piel
Con una naturaleza sin paisaje































Bajo una luz tenue
El hombre dimensional
Busca las ruinas de su viaje
Entre un viento gélido
Aparece la inteligencia
Caverna tras caverna
Comprende que la perspectiva
Hace cambiar la realidad
También su reflejo.
Con sus armas y su prole
Volverá siempre al mismo punto
De partida
Recibirá sabios consejos de la naturaleza viva.
También intentará comprender
Alzando su báculo de madera
El último vuelo nocturno
Bajo una luz tenue
La historia amasará
Los últimos fragmentos de la humanidad
Y el mismo hombre regresará
Al mismo punto de la espiral




























Sobre un azul
El mar oscuro
Recorre el desierto
El hombre emboscado
Desnudo recoge uno a uno
Los granos de arena
De su espejismo
Como aquel café
En la plaza de San Marcos
Y ese violín arañando
Los versos de Pavesse



































Fulminado al tiempo
De pasar la otra orilla
De un notable cuerpo
La mayestática perversidad
De un rictus lujurioso
Cuando sus dedos pasaban
Uno a uno los discursos de cicerón.
Decliné el neutro
Incluso sustantivé un gerundio
De Tucídides
Atravesé la historia de la picaresca
También el periodo imperial de Roma
Mi infancia anudada entre las sábanas
Adolescentes de mi cuerpo imberbe
Recuerdo que gemí unas cuantas veces
Y que mi ropa interior quedó suspendida
Entre Eurípides y Esquilo






























Las alambradas del tiempo
Recogiendo la tortura del azul
Del cielo en tus labios
De asfixia y tierra reseca
Más allá de Hölderlin
El exilio del laberinto
En la espiral de tu vientre
Estoy en la última oscuridad
Disfrazada de luz abandonada
Retorcido en el pronunciamiento
Del cristal deslumbrado
Cerca del fin que no oculta
El escalofrío de la hojarasca
Sobre este otoño amortajado




































Hora de retirarse
Hora de medir las distancias
Dispuestas en tu aguijón
Madre espiral
Padre locura
Acepto este brebaje
De vacíos y sombras

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